martes, 15 de abril de 2008

RESEÑA: "NOSFERATU" (1922) De Friedrich W. Murnau.

Vamos a empezar el recorrido con un repaso introductorio a algunas de las más famosas e influyentes cintas del género que nos ocupa. Hablaremos con mayor extensión de todas estas joyas en el futuro, pero ahora recordémoslas brevemente a través de estas pequeñas reseñas que aportan información y algunas famosas anécdotas de los clásicos imprescindibles de cada periodo.

NOSFERATU—Eine Symphonie Des Grauens (1922)

"Pasado el puente, los fantasmas salieron a su encuentro."

Con esta frase, el personaje Harker (o Hutter, en la versión alemana) y los espectadores entramos en el territorio del Conde Orlock, en la que es la primera gran película de terror de la historia, dirigida por Friedrich W. Murnau. Estamos en los comienzos de la historia del celuloide y se trata de una obra maestra del expresionismo alemán, movimiento intelectual caracterizado en cine por obras como “El Gabinete del Doctor Caligari” o “El Golem” y cuyas sombras, decorados y efectos fueron fundamentales para el nacimiento del cine de terror posterior. De hecho, muchos de los profesionales y técnicos de esta escuela alemana acabaron trabajando en Hollywood y aportando sus innovaciones fílmicas para hacer inmortales a Frankenstein, el hombre lobo y demás iconos del género.

La historia del rodaje no está exenta de curiosidades. Es bien sabido que “Nosferatu” es la primera adaptación fílmica de “Drácula” la
gran novela de Bram Stoker, pero cambiando nombres y localizaciones con la intención de evitar pagar derechos de autor. El tiro les salió por la culata porque Florence Stoker, la viuda del escritor les llevó a juicio y ganó el caso, por lo que una gran cantidad de copias de la película fueron destruidas. Sin duda nos habríamos perdido esta obra maestra de la historia del cine de no ser porque algunos proyeccionistas guardaron algunas copias para uso privado, permitiendo la supervivencia de este gran clásico.

“Nosferatu” presenta un retrato del vampiro totalmente emparentado con el de la literatura y el folklore del que surgió. Aquí no hay glamour ni problemas existenciales, sino que el conde Orlock es un monstruo parecido a una alimaña cuyo único interés es propagar su epidemia (relacionada con la peste que viaja con él en barco hasta Bremen) y que aparece más como un fantasma dañino que como el seductor refinado que nos venderán años después. La interpretación de Max Shreck es hipnótica y repulsiva a la vez, dando lugar a todo tipo de leyendas dado que se rumoreaba que de este actor nunca más se supo. No faltan quienes cuentan historias sobre que el propio Murnau caracterizado fue el verdadero
Conde Orlock o incluso ¡que se trataba de un vampiro auténtico! Posibilidad con la que juega el film “La Sombra del Vampiro” (2000) que relata el rodaje del film en clave de ficción.

El mundo de Orlock es oscuro y lleno de sombras que se mueven, ratas propagando enfermedades y la figura concreta o incorpórea del propio Conde, que en su amenaza repulsiva en algunos momentos y casi invisible en otros, es una perfecta representación de los contagios, del dolor y de los miedos del ser humano. Del mal, en definitiva. Una alegoría sobre el horror que algunos consideran la mejor adaptación de Drácula jamás realizada.

Y sus motivos tienen.

0 “Gooble gobble, one of us!”: