lunes, 30 de junio de 2008

LA VENGANZA DE LA MUJER PANTERA (1944) De Robert Wise y Gunther Von Fritsch


Dos años después de la primera y magnífica película de Tourneaur se estrenó la inevitable segunda parte, después del taquillazo de la primera historia de la enigmática Irina. En este caso el productor Val Lewton no pudo contar con el genial director francés así que contrató a Gunther Von Fritsch. De forma anecdótica, ya que fue despedido durante el rodaje debido su lentitud como realizador de la película, siendo sustituido por el genial Robert Wise, autor de “The Haunting” entre otras maravillas del fantástico. Lo curioso de esta segunda parte es que a pesar de seguir la historia de la primera y contar con los mismos actores, es totalmente diferente tanto en ambiente como en temática, encontrándonos más bien con un cuento de hadas psicológico antes que con una película de terror. Aunque como veremos, la intriga no falta.

De hecho lo que predomina es la luz y no las sombras. La pareja que sobrevivió a las iras de la mujer pantera en la primera parte (interpretados de nuevo por Ken Smith y Jane Randolph), ahora viven en un barrio normal y corriente junto a su hija Amy (Ann Carter en una grandísima interpretación a pesar de su corta edad), la cual tiene algunos problemas para hacer amigos debido a su carácter solitario y fantasioso. Su padre desea que Amy sea una chica como las demás y la exhorta durante todo el film a que haga amigos como sea (con tanta insistencia que parece sugerir las ansias de normalidad del personaje de Smith). La chica corre detrás de unos amigos que la rechazan y da a recalar en una oscura mansión en la que viven una anciana actriz y su misteriosa hija (intepretada por Elizabeth Russel, que tuvo un breve e inquietante cameo en la primera parte), allí la chica consigue un anillo que la permitirá comunicarse con una amiga imaginaria: el mismísimo espíritu de Irina (de nuevo bordada por Simone Simon). El resto de la trama será un tira y afloja lleno de ambigüedad en el que, en el mejor estilo de esta saga, jamás sabremos que es verdad y que es solo imaginación.

A pesar del baile de directores y lo extraño de su argumento (siempre comparándolo con el de la primera parte, claro) “Curse Of The Cat People” resulta una película muy sólida y con un alto poder de sugerencia. El guiño del arranque, con un gato en un árbol que miran un grupo de niños, es el único elemento felino de la historia, que aquí se decanta por mostrarnos la influencia que puede tener un hecho luctuoso del pasado en el presente de una familia que solo busca encajar en el molde la normalidad social. Las apariciones de Irena son aquí casi beatíficas, perdiendo el personaje todo su toque maléfico que tan insinuado quedaba en la primera parte. Aquí es una personificación del mundo interior de la pequeña Amy, que se niega a abandonar a pesar de los intentos de sus padres. Las visitas a la mansión, con su decadente dueña recordando glorias pasadas así como la trama con su supuesta hija (la anciana la llama impostora, insistiendo que su hija murió de niña) aportan más misterio a una historia llena de interrogantes rodados con gran elegancia y con una fotografía muy meritoria de Nicholas Musuraca.

Como anécdota, recordar que este fue casi el debut como director de Wise -anteriormente se había dedicado a la edición-, y pronto se dió cuenta de que lidiar con actores era mucho más dificil que pasar todo el tiempo en la sala de montaje. Con idea de empaparse mejor de su psicología, Wise comenzó a ir a clases de arte dramático durante el rodaje. Justo al año siguiente, el director realizaría otra magnífica película dentro del género: "El Ladrón de Cadáveres" junto a Boris Karloff y Bela Lugosi.

Como siempre en la productora de Val Lewton la película que nos ocupa se vendió con carteles y letreros sensacionalistas que no tenían mucho que ver con lo que encontramos durante el metraje. Básicamente una reflexión sobre la realidad en contraposición a la fantasía y sobre la niñez y la madurez. Todo ello lleno de magia.

miércoles, 25 de junio de 2008

INGRID PITT, LA VAMPIRA QUE VINO DEL FRÍO


Comenzamos una entrada dedicada a la vampira más famosa de nuestra querida Hammer. Su cuerpo de modelo, sus ambiguas miradas y su talento para afrontar todo tipo de escenas sin despeinarse (asesinatos, lesbianismo,baños de sangre etc...) convirtieron a Ingrid Pitt en el prototípo de vampira maligna y depredadora que tanto interes sigue despertando en los cinéfilos. Sus apariciones en festivales de cine de terror reunen siempre a cientos de fans por lo que no cabe duda de que estamos ante una verdadera actriz de culto... a pesar de que su reputación es debida a solo ¡dos películas!

De nombre real Ingoushka Petrov y nacida en Polonia (1937), su infancia no fue lo que se dice un lecho de rosas. Pasó tres largos años encerrada en el campo de concentración de Ravensbruck, donde murió su madre y tras la liberación del régimen nazi pasó por varias familias adoptivas y orfanatos hasta que a los 18 años decidió emigrar a Alemania del Oeste para probar suerte como modelo y actriz. En su periplo mundial hizo apariciones esporádicas en cine (por ejemplo en 1968 hizo "El Desafío de las Águilas" junto a Clint Eastwood o sin ir más lejos su propio debut en "Doctor Zhivago" como extra) y realmente curioso es el hecho de que la señorita Pitt hizo de guiri objeto del deseo del mismísimo Manolo Escobar en la españolada “Un Beso en el Puerto”. En declaraciones recientes, Ingrid comenta al respecto: “Manolo se las daba conmigo de perfecto caballero español. A su tonta manera, era divertido”. También en España rodó su primera película fantástica “El sonido de la muerte” a las ordenes de Jose Antonio Nieves Conde, de la que guarda muy buen recuerdo.

Cuando se asentó en Gran Bretaña entró al fin en la Hammer, productora siempre dispuesta a contratar a todo tipo de bellezas para sus películas sin ni siquiera fijarse en sus capacidades interpretativas. Por suerte esta vez dieron en el clavo. El mismo año (1970), Roy Ward Baker y Peter Sasdy fueron los directores que la lanzaron como protagonista de dos películas clave del vampirismo Hammeriano. La primera “The Vampire Lovers”, libre adaptación del famoso “Carmilla” de Sheridan Le Fanu (al que “Drácula” le debe mucho), sobre la turbulenta relación entre la condesa vampírica del título y una muchacha inocente que poco a poco se siente atraída por ella. Ingrid le dio al papel un toque de ambigüedad pasiva que se corresponde perfectamente con el de su alter ego literario. La turbulenta mezcla de deseo y maldad se quedaron grabados en la retina del espectador además de su terrible carisma escénico, igualado por muy pocas “starlettes” de la Hammer.

Ocultando tras el velo uno de los aparatosos maquillajes de "Condesa Drácula"

En “Condesa Drácula”, por su parte, Ingrid se mete en la piel nada menos que de la terrible Erzsebet Báthory, la condesa de la vida real que asesinó a cientos de chicas vírgenes en su creencia de que bañándose en sangre de doncella lograría retrasar los efectos del envejecimiento. La película de la Hammer al respecto tiene muy poca base histórica pero resulta un entretenimiento de primera, lleno de oscuras intrigas palaciegas y una interpretación genial de la señorita Pitt, que lo mismo se mete en la piel de una condesa decrépita y de maneras altivas que seduce a todos en su rejuvenecido cuerpo, que aquí incluso luce desnudo en la famosa escena en que es sorprendida duchándose con la sangre de sus víctimas. Antes del rodaje, Ingrid se encontró con el productor James Carreras en una cena y este le comentó que Peter Sasdy quería para el papel de Erzebet a Diana Rigg, la mítica estrella de "Los Vengadores". Ni corta ni perezosa, Pitt se presentó al día siguiente en el estudio para convencer a los responsables de que el papel estaba hecho para ella.

Y eso a pesar de que realmente le fastidió bastante el hecho de que doblaran su voz en la película. "No entiendo porque lo hizo. Por aquel entonces ya había aparecido en una media docena de películas habladas en ingles y no había tenido ninguna queja. Dijo que ya que la Condesa pertenecía a la realeza debía tener un fortísimo acento inglés. ¡¡¿En Hungría?!!". De todas formas si escuchamos su voz en "The Vampire Lovers" donde además comparte cartel con la estrella Peter Cushing, en una aparición improvisada a poco de comenzar el rodaje. El tono erótico de la cinta -hoy algo más inocente- provocó numerosos recortes de la censura, pero a pesar de que este elemento se amplificó con motivos comerciales, lo cierto es que no empaña el resultado final.

Las "Hammer Girls" de "The Vampire Lovers", capitaneadas por Ingrid.

En sus propias palabras “La sexualidad es algo muy complicado. Por eso no me escandaliza la directa conexión entre la sangre y el sexo que establecen mis personajes de “The Vampire Lovers” y “Countess Drácula””. Y de un estudio terrorífico a otro. Apreciable es también su aportación a "La Mansión de los Crimenes" ("The House That Dripped Blood") , uno de los mejores filmes de sketches de la Amicus. También podemos verla como bibliotecaria en otra película mítica del género, “The Wicker Man” -de cuyo rodaje guarda grandes recuerdos- junto a Christopher Lee, pero su gran aportación como "Scream Queen" histórica reposa sin duda entre las imágenes de sus papeles Hammerianos.

En la actualidad Ingrid sigue levantando pasiones y codeándose con sus fans en convenciones de cine de terror y demás eventos. Su carrera se centra en la literatura habiendo publicado ya una buena cantidad de libros-ensayo con temática ocultista o macabra. Entre ellos “The Ingrid Pitt Book of Murder, Torture and Depravaty” sobre personajes como Ivan el Terrible, Calígula o Mengele, o también “The Ingrid Pitt Bedside Companion for Ghost Hunters” sobre fantasmas y casas encantadas famosas del mundo. Tiene además otros estudios sobre vampirismo, científicos locos, la argentina de Perón, alguna novela de espionaje y por supuesto su propia autobiografía.


Para más info, su página web:

PITT OF HORROR

lunes, 23 de junio de 2008

"VINCENT PRICE PRESENTS": EL MITO LLEGA A LAS VIÑETAS


Una de las más fulgurantes estrellas del terror clásico regresa en forma de comic en una iniciativa titulada "Vincent Price Presents", de la editorial Bluewater Productions. Esta compañia de tebeos ya editó una línea de comics basados en el gran Ray Harryhausen, y tras el éxito cosechado decidieron volver su mirada a otro mito del fantástico para su siguiente proyecto.

Parece ser que la premisa serán historias cortas que el propio Vincent presentará al más puro estilo E.C. comics y que incluirán campos de concentración para vampiros, científicos locos atrapados en mundos terroríficos o chavales que deberán enfrentarse a perros monstruosos que habitan en el sótano. Además de secuelas de algunos éxitos del propio Price, como "Hause on Haunted Hill", "El Último Hombre Sobre la Tierra" o "El Cuervo". La edición tiene el visto bueno de la hija del actor, Victoria Price, que incluirá algunos textos de presentación con anécdotas procedentes de la extensa carrera de su padre. Según parece, la fundación de recuerdo a Vincent Price esta preparando algunos eventos especiales para la celebración del centenario del nacimiento del actor -que será en el 2010-, y la publicación de esta serie de historietas ha llegado en un momento perfecto para unirse a la fiesta.

Portada del número uno. Pinchar para ampliar.

Otra interesante noticia relacionada es la próxima edición de "El Último Hombre sobre la tierra" en DVD, por primera vez en color. La rareza vendrá acompañada con el comic "Vincent Price Presents" a modo de extra, por lo que los fans de este gran actor estamos de enhorabuena. Y en cuanto al estilo de arte de las historias, según el editor Darren G. Davis: "Todas las historias tienen lugar en un ambiente gótico en el que pueden pasar todo tipo de fantásticas e inesperadas cosas. En algunos casos, las historias son un homenaje a peliculas de género, como las que Price realizó junto a Roger Corman. En otros, son una fusión de elementos de ciencia-ficción con los góticos".

En este enlace encontraréis toda la entrevista con Davis, en la que habla de estos y otros asuntos relacionados con el comic.

jueves, 19 de junio de 2008

REFUGIO MACABRO (Asylum) De Roy Ward Baker (1972)


Estoy leyendo actualmente una colección de relatos del gran Robert Bloch, así que me ha parecido oportuno recordar uno de sus trabajos cinematográficos como guionista, “Asylum”, una película llena de atractivos para nosotros, fans del terror más clásico. Para empezar es una producción de la Amicus,“El estudio que goteaba sangre” , competidora principal de la Hammer en el terror más británico, y cuenta además con numerosos profesionales y técnicos de esta mítica productora: Roy Ward Baker (responsable de obras redondas como “Que sucedió entonces?” o simpáticas como “Las Cicatrices de Drácula”) y en el terreno interpretativo contamos con el imprescindible Peter Cushing, además de otro grande como Herbert Lom.

Es una película de episodios, de las que tanto cultivó la Amicus, en este caso escritos por el mencionado Robert Bloch y adaptados de relatos suyos. El autor de la novela “Psicosis” no solo gustaba de tramas de terror psicológico, sino que aquí además encontramos muchas constantes de las historias clásicas del género. Cuatro cuentos de terror muy tradicionales y llenos de encanto, que incluyen las inevitables venganzas de ultratumba, posesiones diabólicas y muñecos con vida propia. El argumento principal que une los capítulos es la historia de un doctor (un jovencito Robert Powell) que aspira a trabajar en un manicomio y se entrevista con cuatro pacientes que les contaran su historia. Entre ellos se esconde un viejo doctor en jefe del asilo que ha enloquecido y el recién llegado tendrá que averiguar quien es si quiere conseguir el puesto.

La primera historia trata de la reanimación de un cadáver que ha sido descuartizado. Sus partes se moverán solas y ejecutaran una terrible venganza sobre los que le mataron. La segunda es la que protagoniza Cushing (en un sentido papel) y trata de un misterioso traje que mediante una serie de ritos arcanos puede devolver la vida al que lo lleve puesto… ya sea un ser vivo o uno artificial. En la tercera historia (la menos interesante) se nos cuenta un típico caso de doble personalidad que tanto le gustan a Bloch y para terminar, en la cuarta tenemos al personaje de Herbert Lom, que tiene el poder de dar vida por medio de su mente a unos muñecos de creación propia. Todos los episodios tienen un toque pulp innegable, y el tono es siniestro y exagerado, con muy poco humor.

La resolución vendrá dada por un giro final sorprendente, otra constante de la obra de este autor (recordemos su cuento en el motel Bates) y el aroma de locura que impregna la obra se hará patente. En general la realización de Baker es meritoria en su atmósfera, aunque algunos de sus recursos han podido ya quedar anticuados al encontrarse aquí muchos irritantes tics de los años 70. Sin embargo, la función se salva por la originalidad de algunas de las historias y la atractiva premisa que las une, resultando en todo momento absorvente. Las escenas de las partes envueltas en papel del cadáver atacando a sus víctimas aun conservan su capacidad de inquietar al espectador y la historia de Cushing tiene un sabor añejo en estilo (además de en decorados y tempo), que hace recordar algunos de los mejores títulos de la Hammer, su ilustre competidora.

domingo, 15 de junio de 2008

NARCISO IBAÑEZ MENTA: El Español de las Mil Caras


“¿Cómo no me va a causar placer dar miedo? Si dicen que se asustaron es un indicio de que el trabajo o el personaje estuvo logrado. Porque vea, hacer terror es muy arriesgado, muy difícil. Este género tiene la particularidad que si uno se desvía un poco o no acierta en la sintonía fina, hace el ridículo y provoca algo inverso a lo que busca. Hace reír”

Palabras de Narciso Ibáñez Menta, actor extraordinario e icono del horror en habla hispana, a pesar de que su carrera fue tan rica que etiquetarle únicamente como intérprete macabro sería reducir todo el potencial con el que maravilló a varias generaciones de espectadores. De hecho, al igual que su hijo Chicho, también fue guionista y realizador. Y sin embargo para nosotros siempre será esa figura de inspiración Poeiana, ese arquetipo de ojos penetrantes y voz profunda que fue tanto víctima como verdugo. La edición este mes de un DVD inédito de “Historias Para No Dormir” con dos apariciones suyas, nos lleva a recordar una carrera plena y salpicada de éxitos macabros.

Nacido en Asturias el 25 de Agosto de 1912, su dilatada carrera comenzó a los ocho días de vida, en las tablas del teatro y en brazos de la actriz Carola Ferrando. Su primer papel fue el de un muñeco al que tenía que sustituir. Habiendo crecido en el ambiente de la farándula, rodeado de atrezzo y de histriones –sus padres eran intérpretes líricos siempre en gira-, no fue de extrañar que a los tres años se subiera improvisadamente al escenario y recibiera el primer aplauso de una audiencia teatral. Poco después ya aparecía en los carteles como Narcisín, un niño prodigio que canta, baila, recita e interpreta" y de ahí a girar por todo el mundo, como antiguo cómico que era. Menta recordaba aquella época con esta curiosa anécdota:

“Cuando tenía tres años, estaba en un Teatro mientras mis padres trabajaban. Me había ido a jugar al subsuelo, debajo del escenario, en un foso adonde se guardaban los elementos. Estaba medio oscuro, pero encontré algo que me permitió comenzar a jugar a la pelota. Me mantuve toda la función entretenido, pateando ese supuesto balón. Ahí donde estaba el teatro, antiguamente había un convento. Cuando subí a los camarines le mostré a mi madre, contento, el juguete nuevo. Era una calavera. Así que desde muy chico tuve una relación muy lúdica con cosas que a otros atormentan”.

Al recalar en Buenos Aires, ya pasados los años, era necesario darle un giro a su carrera. Tras lanzarse como director y actor de teatro clásico decidió volcarse en el género terrorífico, y así, tras destacados papeles en las obras “Muerte de un Viajante” o “Manos sucias”, se lanzó de lleno al mundo del maquillaje para interpretar –curiosamente- a personajes que fueron los pioneros en esto del miedo fílmico. Su rostro dio forma al “Doctor Jekyll y a Mr. Hyde”, a “Fausto” y también “El Fantasma de la Ópera” y “El Jorobado de Notre-Dame”, quizás siguiendo la estela de su muy admirado Lon Chaney, al que según parece llegó a conocer cuando era un niño de teatro, en gira por los Estados Unidos.

Ibañez Menta y Beatriz Díaz Quiroga representando "El Fantasma de la Ópera" en escena.

De él heredo el gusto por el auto-maquillaje con las técnicas más artesanales (clara de huevo, dulce de leche...), en una época en la que el latex aun no había hecho su aparición en el cine. Su biografó Jaime Serrats Ollé citó unas palabras de Chicho sobre esta nueva faceta de su padre en estos términos: "Debió crear monstruos para matar al niño y convertirse progresivamente en un actor normal. Aprendió a caracterizarse con tanta precisión, que quizás es el último de los actores que dominan a fondo este arte”. Al final recibió el mismo apodo que Lon: “El Hombre de las Mil Caras”.

Y tampoco es de extrañar que su primer papel en cine fuera el de un científico loco, en la película “Una Luz en la Ventana” (1942), “el primer film de terror del cine argentino” según publicitó la prensa y donde Narciso lucía –como no- un siniestro maquillaje mientras acechaba entre sombras. Después vinieron estupendos films como la intriga “noir” de “La Bestia Debe Morir” (nada que ver con el “whodunit” licántropo de Peter Cushing) y en Televisión “El Hombre que Volvió de la Muerte” , ya en los sesenta, en la que hubo cierta polémica al rumorearse que se usaron auténticos cadáveres en algunos episodios. ¡Incluyendo una autopsia real! Ibáñez Menta ni confirma ni desmiente: “Eso es un secreto de sumario”.

Cuatro caras del mismo actor.

Y en la tierra argentina es donde también nació una serie totalmente mítica: “Obras Maestras del Terror”, que dio como resultado dos magníficas consecuencias: la primera, su adaptación al cine (1960) en el film de mismo título que recrea tres historias de Poe –dos años antes de que Corman hiciera lo propio con su “Historias de Terror”- y la segunda, la posterior recreación de la serie en España en nuestras añoradas “Historias Para No Dormir”, que al igual que en su versión argentina, supone la cima de la colaboración entre los dos Narcisos, padre e hijo. Es una pena que se conserven tan pocas muestras de ambos programas por culpa de la política de las cadenas televisivas de borrar cintas –especialmente sangrante en el caso de la versión argentina de la saga-, por eso cada nueva edición de capítulos sueltos es una joya a atesorar.

En mi opinión, es en estos trabajos donde nuestro protagonista se desmarca un poco de la influencia Chaney y desarrolla una versatilidad interpretativa que lo une mucho más a Vincent Price o, sobre todo, a Boris Karloff . Precisamente del legendario actor inglés también recibió algunos consejos vía postal para su versión en teatro de “Arsénico Por Compasión” que Karloff popularizó, y a quien rindió tributo caracterizándose con su mismo rostro. Pero volviendo al ciclo macabro en España, lo cierto es que Narciso dejó Argentina por varias razones: cierto desengaño con el teatro municipal por los problemas que le pusieron a la hora de interpretar su ansiado “Ricardo III” de Shakespeare y, sobre todo, unos acuciantes problemas económicos. Por todo ello se instaló en Madrid con toda su familia de forma casi permanente, ya que aun tuvo tiempo de volver en algunas ocasiones a trabajar en su tierra adoptiva, donde era uno de los actores más queridos.

"Otra vez Drácula" (1970)

En sus retornos de hijo pródigo interpretó nuevas obras terroríficas como “Otra vez Drácula” o “¡Robot!”, pero como decimos, su carrera se desarrolló sobre todo en nuestra tierra, alternando como siempre teatro, cine y televisión. En sus queridas tablas, llevó a escena de nuevo al Conde Stokeriano, “El Precio” de Arthur Miller, “El Avaro” de Moliere y por supuesto obras de nuestros autores.

En televisión su carrera estuvo fuertemente unida a la de su hijo. Además de “Historias Para No Dormir” ambos trabajaron en “Historias de la Frivolidad”, “El último rejoj”, “N.N. 23” y otras series que obtuvieron gran número de galardones en todo el mundo. Antes de esto ya gozó de gran popularidad entre los televidentes españoles con la serie “¿Es Usted el Asesino?” que él mismo concibió, dirigió y protagonizó, consolidando también en nuestro pais la imagen de actor terrorífico. Aunque él –como muchos de los más grandes-, no se sentía cómodo con esta identificación: "Para mí es tremendo que me encasillen en eso. Porque significa que la gente recuerda sólo ese aspecto pequeño e insignificante de mi carrera. Y se olvidan de “La Muerte de un Viajante”, “Las Manos Sucias”, “Así en la tierra como en el cielo”, ”Almafuerte” y tantas otras" . Una actitud que comparte con Christopher Lee, Bárbara Steele y algunos otros iconos del género. Y sin embargo desde el carisma de noble decadente que cultivó en “El Muñeco” (adaptando a Robert Bloch), a la furia investigadora de “El pacto”, donde interpreta al científico del "señor Valdemar" con un discurso absorvente, emparentado con los “mad doctors” que ya había frecuentado –de hecho ya interpretó este clásico de Poe en la adaptación cinematográfica de “Grandes Clásicos del Terror”-, hasta llegar a los patéticos personajes de las inolvidable fábulas “El Asfalto” y “El Televisor”; Toda esta variedad de facetas interpretativas dentro del género fantástico –de los monstruos clásicos al terror psicológico más espeluznante- es lo que le convirtieron en un actor imprescindible del terror filmado para varias generaciones. Posteriormente también se dedicó en la pequeña pantalla a presentar el ciclo de terror “Alucine”, igual que su hijo hacía con sus “...Terrores Favoritos” o, volviendo a los referentes, igual que Boris Karloff en la serie “Thriller”.

¿Boris Karloff? No, Narciso Ibañez Menta.

En el cine español también prosiguió una carrera eminentemente basada en el espanto, trabajando con los realizadores más emparentados con este género, como León Klimonovsky en “La Saga de los Drácula” o Sebastián D’Arbo en su interesante saga dedicada al más allá. Incluso hizo una breve aparición en silla de ruedas -¿nuevo toque Karloff?- en “El Retorno del Hombre Lobo” del incombustible Paul Nashy. Estas colaboraciones ya tuvieron lugar en la década de los 80, en la que su labor disminuyó notablemente. Y es que había sido toda una vida al pie del cañón, por lo que lo más lógico en aquel momento era disfrutar de su estatus de actor de culto y seguir recibiendo los premios que nunca había dejado de aceptar en toda su carrera. En 1988 recibió un sentido homenaje en el Festival de Cine Fantástico de Sitges. Y en 1992 fue distinguido como “Visitante Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires”.

Menta nos dejó el 15 de Mayo del 2004 a los 91 años, en Madrid. Su trabajo quedará como inspiración y motivo de disfrute para muchos profesionales y aficionados al género en el que destacó, y en el que escribió muchas de sus más gloriosas páginas en habla hispana.

martes, 10 de junio de 2008

AL FINAL DE LA ESCALERA (1979) De Peter Medak


Aquí en el 79 y con esta grandísima película terminamos el recorrido introductorio a lo más fundamental del cine de terror clásico. Hemos tenido algunas omisiones imperdonables que serán pronto subsanadas con extensos reportajes -por ejemplo, sobre "Drácula" de Tod Browning-. A partir de aquí comenzaré a subir todo tipo de películas, más raras o menos raras, hablaremos en profundidad de los actores y actrices del género, de los directores, etc… todo ello, como siempre, concentrándonos en el periodo principios del siglo XX hasta finales de los años 70 del pasado siglo.

1979. En este año en el que el nuevo arquetipo del terror más brutal y sangriento ( “La Matanza de Texas” , “La Noche de los Muertos Vivientes”, “El Exorcista”,"La Noche de Halloween”) se configuraba como la nueva revolución en el género del horror y el espejo en el que se mirarían los nuevos clásicos de los 80 (“Posesión Infernal”, las sagas de Freddy, Jason y derivados), el realizador Peter Medak decidió realizar una historia de fantasmas a la antigua. Con todo el sabor clásico de los films de casa encantada, manejando solo un par de sencillos elementos y casi sin efectos especiales ni truculencias de ningún tipo. Y a pesar de todo es una película que consigue interesar e inquietar al espectador desde el principio hasta el fin.

Un reputado músico pierde a su mujer y a su hija. Buscando un poco de paz interior se muda a una vieja mansión, pero lo que encuentra es peor de lo que dejó atrás. Pronto comenzará a escuchar misteriosos golpes, susurros, puertas golpeando, grifos que se abren solos en la noche… y a ver la misteriosa figura de un niño ahogado en el agua que parece querer comunicarle un mensaje desde el pasado. Un mensaje sobre un crimen de hace muchos años que clama por ser resuelto. Así pues, “Al Final de la Escalera” no solo nos atrapa por su espeluznante atmósfera sino también por lo bien resuelto de su intriga detectivesca. El título original del film, “The Changeling” (“El Sustituto”), nos da una pista sobre el misterio que inunda la trama y que, claro está, no desvelaré aquí, pero se trata de una historia de injusticias del pasado, de traición y de encubrimiento de un asesinato tan horrendo, que la energía de ese evento aun impregna la casa en la que sucedió.

Con una gran interpretación de George C. Scott (que era una estrella total después de ganar el oscar por “Patton”), el personaje se sumerge en una historia llena de secretos nunca desvelados y eventos paranormales aterradores. Todo parece girar en torno al desván, un habitáculo lleno de telarañas y en el que suena la inquietante melodía de una vieja caja de música, como un macabro eco del pasado que se niega a desaparecer. A destacar la escena de espiritismo en la que una médium se comunica con el niño muerto mediante escritura automática, o esa otra escena sublime en la que el personaje de Scott escucha las psicofonías que ha grabado involuntariamente, o también el momento en el que vemos lo que sueña una niña que duerme en la misma habitación en la que reposa el cadáver del pequeño asesinado, o el inolvidable ataque de la silla de ruedas y su persecución a través de toda la casa… Sin olvidar la terrorífica escena de la pelota rebotando, que nos recuerda a la "Operazione Paura" del gran maestro Bava.

Lo admito, es una de mis películas favoritas y podría destacar cientos de escenas. Una de los films más importantes del género casa encantada y que incluye algunos momentos realmente inolvidables.

viernes, 6 de junio de 2008

El EXORCISTA (1973) De William Friedkin


En el 73 una película de terror sacudió al público creando gran polémica, desasosiego y un éxito de taquilla casi sin precedentes en el género que nos ocupa. William Peter Blatty, escritor de la novela y adaptador de la misma al celuloide, escuchó unas declaraciones del realizador de cine William Friedkin en las que afirmaba que su novela “El Exorcista” era, en sus palabras: “Un montón de mierda”. El escritor, en lugar de ofenderse, le contrató para dirigir su adaptación, una decisión acertadísima a la vista del resultado. El libro estaba basado en un hecho real en el que el poseído era un muchacho de 14 años.

Una película en la que el mal, representado por el demonio en persona, esta presente en cada fotograma, en cada macabro detalle (las imágenes profanadas de la iglesia, el ojo tuerto de un trabajador del metal en la India, el hallazgo de una reliquia satánica en el desierto…) y que, el al igual que en todas las grandes películas del género, se inserta en un escenario de completa normalidad que hace el asunto aun más aterrador. Una niña inocente y muy dulce se convierte gradualmente en un ente demoníaco a través de la posesión de un espíritu que afirma ser el demonio mismo. El padre Karras -magnífico Jason Miller-, torturado por su crisis de fe y la reciente muerte de su madre (presentada oníricamente en una escena que pone los pelos de punta) necesitará la ayuda de un exorcista, en este caso el padre Merrin (como siempre estupendo Max Von Sydow) que ya luchó con el diablo en Africa. Ambos contrincantes estarán condenados a encontrarse una y otra vez, como simboliza el impresionante plano en el que Merrin permanece en pie ante una estatua de Satán a la vez que, a su lado, dos perros se pelean rabiosos.

El estudio sobre la fe, la división entre ciencia y espiritualidad, así como la sugerencia de otros mundos bajo el que conocemos es fascinante. Las escenas memorables se suceden una detrás de otra, aunque los continuos plagios, secuelas, parodias, y demás revisiones humorísticas de este clásico del cine, han logrado mermar su potente mensaje para algunos espectadores. No obstante su atmósfera no ha perdido ni un ápice de su fuerza de inquietud. La película batió en su primera semana el record de recaudación de otros films como “Lo que el viento se llevó” o “El Padrino”, convirtiéndose en un fenómeno social que a veces desembocaba en histeria, está registrado que los casos de supuestas posesiones demoníacas aumentaron tras el estreno, por ejemplo la historia en la que se basa la reciente (y mediocre) “El Exorcismo de Emily Rose” es la de una niña alemana epiléptica que se creía poseida. Probablemente tras afectarle profundamente el visionado del film.

Las anécdotas sobre el rodaje (sean leyenda o realidad) darían para hablar mucho sobre ellas, desde las técnicas de Friedkin para captar el miedo de sus actores -por ejemplo, disparándoles con balas de fogueo- o los supuestos fenómenos paranormales y muertes extrañas que perturbaron el desarrollo de la filmación. Leyenda esta de la que no se han librado otros clásicos como “La Semilla del Diablo” o “Poltergeist”. La pequeña Linda Blair, que estuvo estupenda como la poseida Regan, nunca remontó en su carrera de actriz, lo cual algunos iluminados han atribuido a un castigo divino por intervenir en este clásico.

Una película en fin, por la que se han escrito ríos de tinta y que por muchos años que pasen y mucho que se deforme su mensaje, jamás perderá su poder perturbador.

NOVEDADES TERROR CLÁSICO

De este mes y el pasado, tenemos que destacar tres items imprescindibles para fans del periodo más clásico del terror fílmico. Más información en los enlaces de los títulos:

PACK "LOS GRANDES CLÁSICOS DEL CINE DE TERROR" De L´ATELIER 13


HISTORIAS PARA NO DORMIR (Dos discos con los cinco capítulos inéditos que incluyó la reciente reedición del pack. Una buena oportunidad para los que teníamos ya las primeras historias ):


TERROR CINEMA

lunes, 2 de junio de 2008

LA LEYENDA DE LA MANSIÓN DEL INFIERNO (1973) De John Hough


“Aunque el argumento de esta película es ficticio, los hechos que en ella se describen referentes a fenómenos psíquicos, no solamente están dentro de lo posible, sino que muy bien pudieran ser verdaderos”.

Este letrero da comienzo a uno de los mejores films del subgénero terrorífico de “casa encantada” jamás realizados. Una atmósfera malsana, unos actores memorables y un decorado fascinante adornaron la trepidante y siniestra trama de este clásico del terror ingles. Estamos ante una de las pocas historias de ficción paranormal que aprovecha realmente el lado científico de las investigaciones del más allá. Solo en “Al Final de La Escalera” (que veremos por aquí pronto), volveremos a encontrar un verdadero estudio empírico sobre el mundo sobrenatural.

La génesis del film la encontramos en la novela que adapta: “Hell House” de Richard Matheson, pionero en el relato de terror psicológico y la ciencia ficción, reivindicado entre otros por Stephen King (que le cita como una de sus máximas influencias) y considerado “uno de los escritores más importantes del siglo XX” por Ray Bradbury. De su trabajo en literatura, cine y TV ya hemos comentado algo (los “Poe-films” de Corman) y aun hablaremos más en el futuro. En 1973 se estrenó la adaptación de su novela, que escribió él mismo. John Hough se encargó de dirigirla. Este cineasta entró en el negocio como realizador de muchos episodios de la serie “Los Vengadores” además de dirigir un entrañable clásico de la Hammer, “Drácula y las mellizas” .

Como los 4 protagonistas tenemos a Clive Nevill, veterano actor salido también de “Los Vengadores”, la bellísima Gayle Hunnicut (a quien posteriormente veríamos en el papel de Irene Adler en la mítica "Sherlock Holmes" de Granada TV, Pamela Franklin (que fue la niña de “Suspense” de Jack Clayton) y el gran Roddy McDowall, estrella de cine también desde su infancia y al que muchos recordamos como el mítico cazavampiros Peter Vincent de “Noche de Miedo”.

La llaman “El Everest de las Casas Encantadas”. La siniestra mansión Belasco tiene el más alto índice de fenómenos paranormales de toda Inglaterra. Muchos estudiosos han intentado desvelar el misterio de la casa, pero la mayoría han fallecido, a manos de las misteriosas fuerzas que la dominan. La leyenda de su fallecido propietario, Belasco, llena de ceremonias satánicas, asesinatos rituales y orgías sangrientas, parece sobrevivir más allá del otro mundo entre sus muros. ¿Leyenda o realidad? Cuatro investigadores son contratados para entrar en la casa y descubrir si hay vida después de la muerte. El gran conflicto viene a raíz de que el personaje de Clive es un físico racionalista y escéptico mientras que Franklin interpreta a una médium. A partir de aquí encontramos de todo: el descubrimiento de una grabación de la voz del propio Belasco, posesiones inesperadas, angustiosas voces pidiendo ayuda a medianoche, una cripta abandonada llena de pasadizos ocultos… ¿Hay una división de fuerzas malignas y benignas en la casa? ¿Los fenómenos son provocados por la casa o por los propios 4 inquilinos?


Como dijimos antes, racionalismo y espiritualidad se dan la mano. Solo al final comprenderemos cual de las dos facetas ha salido ganando.

Además del uso de grandes angulares y planos torcidos, que logran dar una chocante impresión de ahogo, los efectos de sonido y la inquietante sucesión de escenas a cada cual más macabra, convierten a "La Leyenda..." en todo un festival para gourmets del terror clásico (ya con un pie en el moderno). Una película por la que no pasan los años y que sigue provocando tanta inquietud como en la época que en que fué realizada, nuevo testimonio de la grandeza de un autor imprescindible del género fantástico.