miércoles, 20 de agosto de 2008

LIONEL ATWILL Y FAY WRAY: Una Pareja De Miedo (I)


Vamos a dedicar una entrada en dos partes a un dúo insólito que protagonizó algunos de los clásicos más recordados de la historia de nuestro género favorito y que curiosamente intervinieron juntos en tres films de bajo presupuesto justo antes de que se convirtieran en estrellas. Lionel Atwill, curtido en el teatro y poseedor de una de las presencias más inquietantes del medio, aun no había participado en “La Sombra de Frankenstein”, por lo que todavía no era considerado el gran actor de carácter de la Universal que llegaría a ser. Y por supuesto la encantadora Fay Wray aun no había dejado sin aliento a los espectadores con su papel de objeto de deseo de “King Kong”. Y por eso resulta un festín para los aficionados al terror clásico el poder disfrutar de las películas que esta pareja bien avenida rodaron juntos. ¿Quizás estemos ante los Spencer Tracy y Katherine Hepburn del horror de serie B? Eso sería decir mucho, teniendo en cuenta que estos dos iconos solo participaron juntos en tres películas: “Doctor X”, “The Mistery Of The Wax Museum” y “The Vampire Bat”. Y aunque temáticamente las tres cintas no tienen nada que ver, lo cierto es que es inevitable constatar la similar atmósfera de las tres propuestas, el inevitable encanto de las mismas y la estupenda química que se establece entre estos dos intérpretes tan opuestos. Atwill un actor shakesperiano, como muchos otros británicos que se buscaban la vida en Hollywood y Wray una aspirante a “starlette” de las tantas que había en esa época. Y ambos, sin embargo, demostraron un talento que sigue maravillando a sus fans actuales y que convierte estas tres piezas macabras en joyitas de culto.

Antes de esta comentar esta “trilogía”, vamos a ofrecer unas breves biografías de nuestros dos protagonistas. Es curioso que haya un par de coincidencias en las mismas a pesar de la gran distancia que separaba a ambos intérpretes. Pero es cierto que ambos fueron actores recurrentes de la productora Universal –Atwill, como ya sabemos, especializado en secundario de los clásicos del terror y Wray como secundaria de muchos “westerns” silentes del estudio- y los dos comenzaron su carrera fílmica en los años 20 y la acabaron en los años 40. Wray debido a su retiro y Atwill a su prematura muerte.

Nacido en 1885 en un pueblecito londinense llamado Croyton, el futuro “mad doctor” apellidado Atwill comenzó su carrera teatral a la temprana edad de 20 años y pronto especializó su repertorio en obras del famoso bardo y de otros autores más modernos como Bernard Shaw o Ibsen. Este bagaje le permitió trasladarse a los Estados Unidos en 1915 y labrarse una buena reputación en Broadway, debido principalmente a su sonora y profunda voz. Esa cualidad tan distintiva –de hecho su acento autoritario le hacía ganar puntos como villano de la función-, le dio mucho trabajo en una época en la que el cine sonoro comenzaba a desplazar al silente, y los intérpretes con buenas voces eran muy apreciados. Con Michael Curtiz rodó por primera vez en el clásico “Capitán Blood” en un breve papel junto a Errol Flynn y luego repetiría en dos de las películas del ciclo que comentamos hoy. En cuanto al resto de su aportación al terror fílmico es tan amplia que daría para una semblanza dedicada únicamente a su carrera. Tan solo destacar su memorable papel como el manco Inspector Krogh en “La Sombra de Frankenstein” (1939)-tan genialmente parodiado por Mel Brooks en “El Jovencito Frankenstein”- y papeles menos recordados pero igualmente efectivos en las ensaladas de monstruos de la Universal: “Ghost Of Frankenstein”, “House Of Drácula” y “Frankenstein Contra el Hombre Lobo”. Tampoco debemos olvidar su intervención en “La Marca del Vampiro” de Tod Browning, que fue la primera vez que trabajó con Bela Lugosi, y ya alejados del horror, imprescindibles son sus aportaciones al ciclo del Sherlock Holmes interpretado por Basil Rathbone. Como el Dr. Mortimer en “El Perro de los Baskerville” y nada menos que como el profesor Moriarty en “Sherlock Holmes y el Arma Secreta”. Parece ser que sus papeles de villano eran especialmente queridos para él y los mimaba hasta el punto de improvisar algunos de sus diálogos. Como adelantábamos unas líneas más arriba, Lionel Atwill nos dejó de forma prematura en 1946 a causa de un cáncer de pulmón, tras un escabroso escándalo en la época relacionado con unas bacanales que el actor gustaba de organizar. En un periodo histórico en el que comenzaba a instaurarse el código Hays para la censura en el mundo fílmico, este asunto le condenó al ostracismo cinematográfico. No es de extrañar que acabara sus días trabajando para una productora tan infame como la Producers Releasing Corporation, malgastando su talento en seriales de tres al cuarto. Por suerte hoy en día es una estrella de culto reivindicada en todo el mundo.

En cuanto a la dama del grito Fay Wray, su lugar de nacimiento se sitúa en Alberta, Canada, pero se trasladó en su adolescencia a los Estados Unidos donde empezó a trabajar como extra antes de llegar a la mayoría de edad. Tras su etapa de cine mudo en los westerns de la Universal antes citados, su oportunidad de oro le llegó con su papel en “La Marcha Nupcial” de Erich von Stroheim, que le abrió las puertas de Hollywood y la convirtió en partenaire habitual de estrellas como Gary Cooper. Al igual que Lionel Atwill, Fay no tuvo ningún problema en la transición del cine mudo al sonoro, y de hecho muchos años atrás había sido elegida por los publicistas cinematográficos como una de las escasas 13 estrellas de cine susceptibles de triunfar tarde o temprano en el medio. Y así ocurrió poco después de que un productor llamado Merian C. Cooper la informara de que tenía un papel para ella, en el que tendría como pareja a un protagonista “alto y moreno”, sin especificar que se estaba refiriendo a un gorila monstruoso. El papel de Ann Darrow en “King Kong” (1933) la convirtió en una celebridad y grabó a fuego su figura en el imaginario cinematográfico. Con escenas como aquella en la que aguarda atada la aparición de Kong o los momentos en que el gorila la protege, ya sea de monstruos prehistóricos o de aviones del ejercito, todo en la interpretación de Wray destila terror, peligro, emoción y la verdadera sustancia de la que están hechos los iconos del siglo XX y de cualquier otro siglo. Con Cooper también realizó la magnífica “El Malvado Zaroff” y poco después su estrella comenzó a declinar tras elegir algunos guiones poco afortunados. Estas circunstancias se agravaron debido a un traumático divorcio del guionista John Monk Saunders en 1939 tras 11 años de matrimonio. Tras intervenir en algunas cintas de acción de bajo presupuesto y volver a casarse, Fay decidió alejarse de las bambalinas y dedicarse a su vida marital en 1942. En los años 50 y 60 volvió para hacer algunos papeles en cine y sobre todo televisión, pero fue más un “comeback” anecdótico que otra cosa. Su aportación a la historia del cine en el clasicazo de Cooper y Shoedshack fue demasiado icónica y probablemente muy absorvente para Wray, pero ella nunca rechazó dicha fama. De hecho estuvo a punto de realizar un cameo especial en el remake de “King Kong” llevado a cabo por Peter Jackson en 2005, pero por desgracia “la belleza que mató a la bestia” murió en agosto de 2004. Por supuesto el remake fue dedicado a su memoria.

En la próxima entrada analizaremos los tres filmes que unieron a estas dos leyendas de la historia del cine fantástico.

7 “Gooble gobble, one of us!”:

Cinéfilo7 dijo...

Dos clásicos del género del terror!!!
saludos!!!!!!!!!

john mcclane dijo...

Interesante el especial que has comenzado. La verdad es que he visto recordarba más la figura de Fray Way que la de Lionel Atwill, así que estaré atento a la segunda parte de tu especial.

Saludos.

Ariel Luque dijo...

Una gran pareja dotada de misticismo. Voy a seguir de cerca este especial. Un abrazo.

Ariel.

Sam_Loomis dijo...

Definitivamente dos astros del cine clásico. Que gran recolección es este post. Las películas de Fay Wray han sido grandes en legado, en el género podemos destacar claro "King Kong" y "Mystery of the Wax Museum" que han tenido 2 remakes cada una.

Muchos saludos

Anónimo dijo...

¡¡¡¡vivaaaaaa!!!!

adayin dijo...

Lo intento y nomas me siento ignorante ante tanto post y tanta cinta clásica. Andaba leyendo el libro "El juego de Gerald" de King y hasta ahí llega la enorme presencia de Fay Wray y su mítica espera por King Kong.

Off Topic: Ya vi La Torre de Londres, que cinta tan divertida. Muchisimas gracias por la recomendación. Sigo buscando las otras 2 (aunque sin mucho exito)

Rey Nova dijo...

Que bella era Fay Wray, inolvidable sus escenas en "King Kong". Por lo demas, ya lo revisaré. Saludos.