jueves, 8 de mayo de 2008

EL PÉNDULO DE LA MUERTE (1961) De Roger Corman.


Para la segunda incursión de Corman en el universo Poe se tomó el diabólico artefacto de tortura del relato “El Pozo y el Péndulo”, ambientado en España durante los tiempos de la inquisición, y se realizó una película completa con dicho artilugio como protagonista. El cuento original daba como mucho para un cortometraje, así que Richard Matheson volvió a escribir un guión, esta vez enteramente original, que desarrollara de nuevo el universo mórbido e inquietante del escritor norteamericano. La cosa no es nueva, pues ya en la Universal Boris Karloff y Bela Lugosi interpretaron juntos un par de estupendos films inspirados por Poe: “El Gato Negro” y “Los Crímenes de la Calle Morgue”, que de los relatos de Poe no tenían más que el título.

En el casting tenemos doble motivo de alegría esta vez. Al habitual Vincent Price como protagonista (que está aquí tan soberbio como siempre) se le une en un papel secundario pero relevante la mismísima Barbara Steele, recién llegada a la fama gracias a “La Máscara del Demonio”. A pesar de que la Steele tuvo que ser doblada por otra actriz, debido a lo anacrónico de su acento británico siendo familiar de un personaje de acento americano, la diva del horror nos regala una interpretación sutil y llena de misterio. Precisamente misterio al estilo de la literatura gótica es lo que encontramos en el guión de Matheson. Price interpreta a Nicholas Medina, hijo de un inquisidor cuya mujer, llamada Elizabeth, supuestamente fue enterrada viva en el castillo que habita. El hermano de la dama, interpretado por John Kerr, se presenta en el lugar de los hechos para averiguar lo que pasó realmente y se encuentra al viudo Medina presa de desvaríos en los que asegura que el fantasma de Elizabeth vaga por el castillo. Pero la verdad, en la más pura tradición gótica, incluye algunas conspiraciones, secretos inesperados y giros de la trama que consiguen sorprender y entretener al espectador.

De nuevo el estudio de la mansión como reflejo de una mente enferma es la base de la trama. El personaje de Vincent Price bascula todo el film en el filo de la cordura, desarrollando poco a poco una doble personalidad que será fundamental en el inesperado final, lleno del sabor de la venganza. La imaginería es una maravilla de nuevo, con cientos de telarañas que tuvieron que ser colocadas y recolocadas durante la duración del rodaje. Asi como los encuadres de Corman, llenos de inquietud y cuyo mejor resumen se encuentra en la escena final de la película, que evidentemente no desvelaré a los que aún no la hayan visto. Solo decir que es uno de los mejores y más perturbadores planos de la historia del cine de terror.

2 “Gooble gobble, one of us!”:

PKDesignz dijo...

Buena película de Roger Corman en la que no es tanto terror como suspense. Genial Vincent Price como siempre, y realmente, un relato de Poe muy dificil de adaptar.

Aunque para mi no es de lo mejor de Corman, es de lo más destacable de los 60 junto a "La tumba de Ligeia"

Saludos y pedazo de blog que estas haciendo con todos estos clásicos.

troncha dijo...

A mi me parece una película que ha sido castigada con por el tiempo, la vi hace poco y la encontré un poco caduca.

Saludos...