martes, 30 de junio de 2009

HODGSON: GALERÍA "EL REINO DE LA NOCHE"


Aqui podéis disfrutar de las poderosas imágenes que el artista Stephen Fabian realizó para una edición ilustrada de "El Reino de la Noche" la fábula terrorífica de Hodgson. Una edición limitada que se editó en 1977 (con el título de "The Dream Of X", para más detalles sobre esto ver entradas anteriores), para ser exactos, y que son una magnífica representación del mundo del autor, con sus criaturas y paisajes de pesadilla. Para encontrar estas y otras muchas imágenes, os recomiendo visitar la página web THE NIGHT LAND, una excelente fuente de artículos, imágenes, rarezas y hasta "fan fiction" sobre la novela de Hodgson. Todas las imágenes son copyright del señor Fabian, cuya web podéis también visitar en este enlace: STFA. Pinchad para ampliar.














Proximamente terminaremos el especial Hodgson con un relato ilustrado de Carnacki.

viernes, 26 de junio de 2009

HODGSON EN CASTELLANO

Ahora sí, un recorrido por las ediciones españolas de la literatura de William Hodgson. Todas se pueden encontrar más o menos fácilmente en las librerías, menos las dos primeras. Comenzamos:

EL REINO DE LA NOCHE (Francisco Arellano Editor) La única edición íntegra publicada en España de la obra más extensa y polémica de Hodgson. Por desgracia se publicó en 1978, creemos que en régimen casi de autoedición y por tanto esta más que descatalogada. La portada, netamente clásica, es realmente una maravilla. El señor Arellano continúa dándonos múltiples alegrías a los aficionados a la literatura “pulp” y de género actualmente a través de la editorial Laberinto, en la que no estaría de más que se reeditara esta excelente traducción de “The Nigh Land”.

CARNACKI EL CAZAFANTASMAS (Anaya) El número 3 de la mítica serie “Última Thule”, que se dedicó a publicar en nuestro país lo más granado de la fantasía de culto, fue esta edición completa de los cuentos de Hodgson protagonizados por Carnacki, su detective sobrenatural. Incluyendo “El Hallazgo” y “El Cerdo”, que fueron añadidos en la versión íntegra que Derleth editó a través de su Arkham House, aunque no falta quien niega la autoría de Hodgson de estos dos relatos (la verdad es que el tono cambia un poco con respecto al resto de la saga). El libro que nos ocupa apareció en 1992, está descatalogado y no se reeditó nunca. Por suerte, parece ser que a finales de año Valdemar publicará una nueva edición de estos relatos.


UN HORROR TROPICAL Y OTROS RELATOS / LA NAVE ABANDONADA Y OTROS RELATOS DE HORROR EN EL MAR (Valdemar) Estos dos libritos de bolsillo marcan el comienzo de la edición más rigurosa y continuada de Hodgson en español. Ambos recopilan algunos de los mejores cuentos sobrenaturales ambientados en el mar que el autor nos legara, en excelentes traducciones y que aun se pueden encontrar en cualquier librería. Sin embargo, os aviso de que Valdemar va a reeditar todos estos cuentos (añadiendo algunos más) a final de año y en tapa dura, dentro de su colección Valdemar Gótica. Esa quizás será la edición definitiva de todos los relatos de terror marítimo de Hodgson.

TRILOGÍA DEL ABISMO [Los Botes del Glenn Carrig/ La Casa en el Confin de la Tierra/ Los Piratas Fantasma] (Valdemar) Precisamente en su colección Valdemar Gótica apareció esta edición de las míticas tres novelas de Hodgson reunidas por primera vez en un solo tomo y aprovechando que el propio autor se refirió a ellas como si fueran una trilogía. El volumen cuenta con una no muy extensa pero genial introducción con la vida del escritor y un análisis de su obra. Incluye además un diccionario final de términos náuticos y unos gráficos en los que se detallan las partes de un navío de la época de Hodgson. Para llevarse estas tres joyas de una sentada esta es sin duda la mejor opción, pero también pueden encontrarse por separado y en edición de bolsillo.

Pues hasta aqui el repaso. Completaremos el especial Hodgson con una galería de imágenes basadas en "El Reino de la Noche" y un relato ilustrado. Proximamente en su casa encantada.
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En otro orden de cosas, nos hacemos eco del emotivo homenaje que recibió en Valladolid un grande del fantástico español como Narciso Ibañez Serrador. Leanlo todo en LA ABADÍA DE BERZANO. Desde aqui nuestras humildes felicitaciones al maestro.

domingo, 21 de junio de 2009

HODGSON - Travesías y Terrores Literarios (y II)


"Es deseable que un trabajo poseedor de un poder tan inusual, gane al final la atención y la fama que merece" (Clark Ashton Smith, sobre la obra de Hodgson)

Antes de “El Pais de la Noche”, para muchos su mejor novela, William Hodgson siguió redactando relatos de todo tipo –aventureros, de misterio, incluso cómicos -, entre los que se encuentra la serie dedicada a Carnacki, el detective sobrenatural que une supersticiosos incunables esotéricos con la ciencia moderna para combatir misterios ocultistas (fantasmas de animales, monstruos, fenómenos “poltergeist”, etc…) de los que en más de una ocasión consigue extraer una explicación racional. Por supuesto no falta un misterio marítimo en “The Haunted Jarvee”, con una extraña neblina que acecha al barco del título. Y también aparece un espíritu con aspecto de cerdo en “The Hog” similar a las bestias que acechaban en “La Casa en el Confin de la Tierra”. Carnacki como personaje comparte algunos aspectos con el John Silence de Blackwood –uno de los primeros investigadores literarios de espíritus- y es uno más de los precursores de los innumerables detectives de lo oculto que proliferaron en las revistas pulp de primeros de siglo, con Jules de Grandin (creado por Seabury Quinn) a la cabeza. Sus relatos tienen siempre la misma estructura: el excéntrico Carnacki tras una de sus misiones invita a un selecto grupo de amigos a una cena en la que cuenta su última investigación y a los que despide siempre con un “out you go” tras relatar los pormenores del caso.

Es innegable que esta estructura cerrada posee también cierto aroma “holmesiano”. Relacionado con esto, hay que mencionar la anécdota de que a primeros de los años setenta, una serie televisiva producida en el Reino Unido y titulada “Los Rivales de Sherlock Holmes”, adaptó durante 26 episodios, un relato de un detective literario que hubiera sido contemporáneo de Arthur Conan Doyle y su inmortal creación. Carnacki también tuvo su episodio –que adaptaba la aventura “The Horse Of The Invisible”- y en la que el detective de lo oculto fue interpretado por Donald Pleasance. Otras muestras de la popularidad del personaje son la existencia de un libro “pastiche” publicado en 1992: “No. 472 Cheyne Walk: Carnacki, the Untold Stories” con nuevos casos escritos por A.F. Kidd y Rick Kennett al estilo de las numerosas aventuras “apócrifas” del propio Holmes. También hay que mencionar que Carnacki aparece como miembro de “La Liga de los Caballeros Extraordinarios” en la tercera entrega de esta magnífica serie de Alan Moore, que se está publicando en Estados Unidos en estos momentos.

Carnacki en una viñeta de "The League of Extraordinary Gentlemen, Volume III: Century", número uno.

Los últimos años de vida de Hodgson fueron los menos productivos literariamente. Tras contraer matrimonio a edad tardía para la época, se instaló en el sur de Francia donde siguió escribiendo relatos y coordinando la publicación de sus cuatro novelas y de un libro de poesía. Ninguna de estas obras le reportaron el dinero suficiente como para vivir de manera holgada de la escritura e incluso hay una reciente teoría, basada en algunas cartas de Hodgson descubiertas, que asegura que el orden de publicación de sus cuatro novelas fue el opuesto al de su publicación, por lo que “Los Botes del Glenn Carrig” sería en realidad su última novela y “El Reino de la Noche” la primera, la cual es un estallido de imaginación tan desbordado (y poco comercial), que muy bien podría ser de hecho su primer intento literario, mucho antes de perfeccionarse como narrador.

“El Reino de la Noche” cuenta la historia de un hombre que viene del futuro en busca de su amada, y se desarrolla en una tierra llena de extrañas criaturas y peligros en la que siempre es de noche. Algunos momentos del libro son una auténtica maravilla llena de descripciones fascinantes –como la de esa pirámide de poder-, mientras que en otras el lenguaje arcaico que usa Hodgson, el cual imita el estilo dieciochesco, se hace un tanto difícil de digerir. De hecho el primer capítulo de la obra ha sido calificado como excesivamente extenso, farragoso y sentimental, aunque no faltan artículos en la red que lo reivindican como fundamental en la trama. No resulta así demasiado extraña la teoría de que esta pudo ser su primera novela, al ser los recursos de concisión de Hodgson algo más precarios, dejándose llevar sin orden ni concierto por su imaginación descontrolada. Después escribiría “La Casa en el Confin de la tierra”, que podría ser una mezcla entre el Hodgson más arcaico y experimental con el más legible; y finalmente sus últimas novelas de horror marítimo –“Los Piratas Fantasma” y “Los Botes…”- serían ya la más perfecta, bien narrada y accesible depuración de su estilo. De todas formas “El Reino de la Noche” fue descrita por Lovecraft como “Una de las más poderosas piezas de imaginación macabra jamás escrita”.

Ilustración de Peter Andrew Jones para una edición de 1981 de "El Reino de la Noche"

Como decimos, en sus últimos años Hodgson redujo su ritmo de escritura y se dedicó a escribir cuentos de cuando en cuando y a repasar sus novelas. Incluso “El Reino de la Noche” contó con una versión reducida para su publicación en America (conocida como “The Dream Of X”). Quizás el poco dinero que recaudó con sus novelas le hizo abandonar el género y dedicarse a los relatos cortos, que eran mejor pagados y que además, poco a poco se estaban consolidando como el género más rentable gracias al esplendor de la época de las revistas “pulp” que ya se estaba notando de forma clara. Por desgracia, la primera guerra mundial se interpuso entre Hodgson y el resto de su carrera como escritor. Dejó Francia cuando estalló la gran guerra y se alistó en la infantería del ejército inglés. A pesar de que sus superiores le recomendaron que se uniera a la marina, dado su experiencia pasada, él se negó rotundamente a tener nada que ver con la horrible vida del mar, sobre la que tanto había escrito. Quién sabe si hubiera podido salvar la vida si hubiera aceptado. En su último año de vida mandó una carta a su madre en la que describía la vida en las trincheras de forma muy parecida a sus mejores obras de horror:

“...en medio de aquella desolación, se erguían extrañas, amorfas, vacías masas levantadas por el hombre contra la Tormenta infernal que rugía por todas partes, noche y día, día y noche, en mitad de la más atroz Llanura de Destrucción. ¡Dios mío! Hablar de un Mundo Perdido... Hablar del Fin del Mundo; hablar de la “Tierra de la Noche”... todo está allí, a no más de doscientas millas de donde tú te encuentras, ajena a lo que sucede. Y la infinita, monstruosa, terrible sensación de lo que contemplo... la muerte que espera, sumergida... Si sobrevivo y, de alguna manera, puedo salir de aquí (y por favor Dios, espero que así sea), qué libro podría escribir si mi “vieja” habilidad con la pluma no me ha abandonado.”

El 19 de abril de 1918, una granada se lo llevó de la faz de la tierra, cuando contaba solo 40 años. No se encontró su cadáver. Y al igual que su cuerpo físico, su legado literario también pareció desaparecer, cayendo en el más injusto de los olvidos. La poca fama literaria que había conseguido adquirir se desvaneció tras su muerte en combate.

El proceso de reivindicación de Hodgson como uno de los mejores escritores de horror del periodo clásico se debió principalmente a dos factores. En primer lugar un fan entusiasta llamado H.C. Koenig leyó una edición apolillada de “Los Botes del Glenn Carrig”, disfrutándolo tanto que decidió ir a la busca y captura de otras obras de aquel escritor desconocido, descubriendo para su sorpresa que en America no había nada publicado. Tuvo que rebuscar en tiendas de antigüedades y librerías de viejo inglesas para descubrir el resto de sus novelas y relatos desperdigados, dándose cuenta del genio de un autor del que nunca se hablaba en las hemerotecas y cuyas obras permanecían sin publicar en gran tirada. Pronto realizó ensayos sobre su vida y obra, consiguiendo que muchos editores se interesaran por él. Después de esto tenemos la importante reivindicación de los escritores del círculo que rodeaba a H.P. Lovecraft, empezando por él mismo. El magnífico “El Horror Sobrenatural en la Literatura”, un ensayo imprescindible escrito por el propio Lovecraft, menciona a Hodgson en buenos términos, y el propio August Derleth comenzó a recuperar la obra del inglés en su mítica editorial Arkham House, igual que hiciera con otros maestros del terror y del círculo “lovecraftiano”. De hecho su primera antología (“The House On The Borderland and Others”) fue publicada en 1946, el mismo año en que Derleth editó “Skull-Face and Others”, el primer recopilatorio de relatos de Robert E. Howard. Sin duda la afición fantástica tiene una gran deuda contraída con estos primeros creyentes en el talento de un escritor que aun merecería muchos más homenajes.

¡Como siempre nos quedamos sin espacio! En la próxima entrada publicaremos una bibliografía comentada de los libros de Hodgson que podemos encontrar en nuestro pais.

miércoles, 17 de junio de 2009

HODGSON - Travesías y Terrores Literarios (I)


“Tan solo Blackwood podría estar por encima de él en cuanto al uso de la irrealidad” (H.P. Lovecraft, en referencia a Hodgson).

Como siempre hacer un repaso exhaustivo a la biografía del autor que nos ocupa es algo absurdo, habiendo tantos recursos en la red para explorar esta faceta, además de las distintas introducciones que se pueden encontrar en las ediciones de sus obras. Pero siempre es bueno abrir fuego con un reportaje -en dos partes en este caso- que mezcle la vida del escritor con una enumeración de sus típicos argumentos, rasgos estilísticos y obras capitales.

William Hope Hodgson nació en 1877 en Essex, Inglaterra, siendo hijo de un clérigo anglicano y desarrollando de forma muy precoz una atracción hacia el mar. De hecho se fugó de casa a los trece años para colarse en un barco como grumete y, aunque fue encontrado y devuelto a casa, cuando tuvo la mayoría de edad se enroló en la marina, donde pasó una dura y áspera juventud. Los continuos abusos de sus superiores le obligaron a aprender artes marciales y ejercitar su cuerpo hasta que sus músculos fueron apodados “los mejores de Inglaterra”, años después. La pobre y sórdida vida marina hicieron poco a poco mella en su ánimo hasta hacerle renegar de la vida en alta mar y buscar un nuevo rumbo para su vida en tierra firme. Pero siempre llevó en las heridas de su cuerpo el estigma de aquel que afrontó galernas, tormentas, peleas en cubierta y demás incomodidades de una vida que se presumía romántica y heroica, pero que acabó mostrando su lado más amargo.

Posando en su etapa de marino

Interesado desde entonces en el culturismo, abrió uno de los primeros gimnasios del mundo (en Blackburn, cerca de Liverpool) en tener luz eléctrica, que gestionó a la vez que se dedicaba a aficiones menos rentables como la fotografía y la escritura. Una anécdota de esta época fue la actuación en su gimnasio de Harry Houdini, el cual terminó muy enfadado con Hodgson debido a una de sus típicas sesiones de escapismo. Según el gran mago, el gerente del gimnasio le había dado unas esposas trucadas para probar sus maravillosas cualidades, a riesgo de herirle. Houdini consiguió quitarse las esposas, pero acabó con las muñecas ensangrentadas.

Hodgson, director de gimnasio

En torno a 1904, Hodgson se dio cuenta de que su negocio no prosperaba, así que tras probar fortuna con la escritura de algunos artículos deportivos –que ilustraba con imágenes propias-, decidió lanzarse a la ficción, con la particularidad de que decidió desarrollar relatos de horror ambientados en el mar, un género bastante poco frecuentado. Podríamos incluir bajo esta etiqueta obras como “La Narración de Arthur Gordon Pym” de Edgar Allan Poe y algunos cuentos de Arthur Conan Doyle. De hecho su segundo relato publicado fue el famoso “Un Horror Tropical” que fue seguido de una gran cantidad de misterios marítimos en los que podíamos encontrarnos todo tipo de amenazas horrendas que acechan a los incautos navegantes en medio de la niebla o de un banco de algas. Este cuento fue definido por el editor de la siguiente manera: "Aunque esta historia, un terrible relato marino, pueda ser demasiado horripilante para algunos gustos, esta escrita de manera magistral y con una sensación de realidad que atrapa la atención del lector de una forma que recuerda los mejores intentos de Defoe ". Mientras que relatos como el mencionado tratan el tema de los fantásticos animales marinos (los pulpos o los cangrejos gigantes son habituales, aunque en un contexto realista), otros como “Una Voz en la Noche” –para muchos su obra maestra- lidian con horrores de la naturaleza mucho más sutiles, como la enfermedad que puede infectar a cualquiera en una isla en medio de la niebla. En cambio otros como el sobrecogedor “Los Habitantes de la Isleta Middle”, serían la versión Hodgson del clásico cuento de fantasmas, el cual no por estar ambientados en lugares tan atípicos como una playa bañada por el sol dejan de asustar ni mucho menos. En 1907 se lanzó a escribir su primera novela por entregas: “Los Botes del Glenn Carrig”, que viene a ser una versión alargada de sus cuentos marítimos y también una obra excelente tan trepidante como sus relatos más cortos. Los supervivientes de un naufragio vagaran perdidos en un proceloso y siniestro mar primero, y exploraran una siniestra isla después. Una obra en la que a pesar del tono oscuro y decadente, propio de Hodgson, el escritor no deja de lado la más pura aventura.

Ilustración de Philippe Druillet para una edición de 1971 de "Los Botes del Glenn Carrig" en versión comic

Llegamos a 1908 y se publica la novela más importante de la trayectoria del autor que nos ocupa. Sin duda su obra más celebre, “La Casa en el Confín de la Tierra” es un auténtico festival de horrores atmosféricos y metafísicos que no deja indiferente, pues son igual de encendidos tanto sus defensores como sus detractores. Lo cierto es que es una obra atípica para la época, que quizás podríamos conectar con algunos relatos de Machen o Blackwood, pero que va mucho más allá en su extraña mezcolanza de estilos. Si la primera parte cuenta el asedio de un anciano en una misteriosa casa cercana a un barranco, atacada por monstruosas figuras semejantes a cerdos, la segunda mitad del libro cuenta el viaje –no sabemos si astral, real o soñado-, del mismo anciano a través de una tierra desolada que parece estar agonizando. La primera mitad es Hodgson en su estado más puro –acción y atmósferas siniestras en una perfecta sintonía-, mientras que la segunda podría compararse a una travesía psicodélica que tuvo que influir a Lovecraft más de lo que él admitiría. El recurso del manuscrito hallado –tomado de Machen y su “…Pueblo Blanco”, seguramente-, para explicar una extraña historia del pasado de una mansión, será también una gran influencia en los escritos del señor Howard Phillips. Y, como decimos, es un claro precedente de ese llamado "horror cósmico" que el círculo de escritores "lovecraftianos" ayudó a popularizar. Recientemente el excelente dibujante Richard Corben realizó una estupenda adaptación al comic de esta novela mítica. Entre esta obra capital y su siguiente novela ambiciosa, Hodgson terminó otra novela corta llamada “Los Piratas Fantasmas” en la que vuelve a los mares sobrenaturales que tan bien maneja, y que es otra gozada imprescindible llena de aventura, atmósfera malsana y horror imparable. La odisea de un barco que sufre el acecho de una sombras fantasmales cada vez menos sutiles y más malvadas, es un auténtico “tour de force” de suspense sobrenatural de la mejor clase.


En la próxima (y última) entrega hablaremos de "El Reino de la Noche" y de los relatos de Carnacki, el "caza-fantasmas"; además de cubrir los últimos años de vida de Hodgson.

domingo, 14 de junio de 2009

WILLIAM HOPE HODGSON - Una Noticia y un Anuncio


Este mes sale a la venta el cuarto número de la excelente revista de comics y textos de terror “Cthulhu”, que tiene siempre la maravillosa costumbre de dedicar cada número a un autor de fantasía macabra distinto, el cual inspira gran parte del ejemplar y del que incluyen siempre alguna adaptación viñetera de un relato suyo. En esta ocasión el protagonista del ejemplar es William Hope Hodgson (1877-1918), autor todoterreno que se configuró a finales del XIX y principios del XX como uno de las más frescos e innovadores escritores de terror salido de las islas británicas. No solo autor de un corpus dedicado a los horrores salidos del mar –algas siniestras, barcos con vida propia o fantasmas de marinos-, sino también un pionero en las atmósferas de terror existencial o metafísico, y autor de una novela como “La Casa en el Confin de la Tierra” que es una enorme influencia en la narrativa moderna de terror y que de hecho es una historia “lovecraftiana” escrita mucho antes de que Lovecraft empezara a desarrollar su propio estilo. Y sin olvidar muchos otros relatos de terror y aventura entre los que debemos destacar los protagonizados por Carnacki, el detective paranormal creado por Hodgson.

Aprovechando la oportuna aparición de dicho número de la revista “Cthulhu” -el cual recomendamos encarecidamente, por supuesto-, además de la próxima publicación de un par de volúmenes de su obra editados por Valdemar y dado que Hodgson es uno de nuestros escritores de cabecera, en “Haunted House” dedicaremos varias entradas al autor intentando plantar una pequeña semilla de admiración para aquellos que no han descubierto aun su fascinante universo. Biografía, imágenes curiosas, arte sobre su obra y por supuesto algún relato de muestra, que irán apareciendo en sucesivas actualizaciones sin orden ni concierto, como es habitual en este errático blog. Hodgson nunca ha gozado de la reputación de "grande" a la altura de Lovecraft, Machen o Le Fanu, permaneciendo en una semi-oscuridad de la que poco a poco ha ido saliendo gracias al interés de algunos aficionados y estudiosos, que han descubierto en el escritor a un pionero pasado por alto, casi un genio olvidado al que hay que reivindicar. Y eso haremos aqui.

martes, 9 de junio de 2009

LA SOMBRA DE FRANKENSTEIN [Son Of Frankenstein] (1939)De Rowland Lee


Terminamos el ciclo Frankenstein interpretado por Boris Karloff en su inmortal papel -ciclo que empezamos... ¡hace un año!-, con la tercera película de la Universal dedicada al mito creado por Mary Shelley, de título original “Son of Frankenstein” que fue la última interpretación de Karloff como la criatura. Evidentemente es muy inferior a las dos primeras partes, pero tiene detalles escenográficos y de trama muy buenos, y sobre todo cuenta con la interpretación secundaria de Bela Lugosi en un gran papel como el jorobado Igor, del cual en este blog hemos adoptado la identidad. El director, Rowland Lee, se encargaría este mismo año "La Torre de Londres" una genial adaptación shakesperiana también con el gran Boris -en este caso luciendo calva, cortesía de Jack Pierce -, y en la que apareció en uno de sus primeros papeles nuestro admirado Vincent Price. El cual, burla burlando, protagonizó el remake en 1962 de esta misma "Tower of London".

Volviendo al film es inevitable comentar, a modo de curiosidad, que la genial parodia “El Jovencito Frankenstein” (Young Frankenstein) de Mel Brooks, reversiona muchos momentos de el argumento de esta película. La historia sigue a Wolf Frankenstein (Basil Rathbone, la primera estrella sonora que encarnó a Sherlock Holmes y que también trabajó con el director en "La Torre de Londres"), hijo del original doctor Henry Frankenstein que regresa al pueblo de su padre a reclamar la herencia familiar, encontrándose con la hostilidad de los lugareños que aun recuerdan la época en que vivían aterrorizados por el monstruo creado por su padre. En el molino derruido que fue el laboratorio de Henry Frankenstein, Wolf encuentra a Igor el jorobado, que le pide que resucite a su amigo, la criatura. Las consecuencias ya os las podeis imaginar. Uno de los mejores hallazgos genialmente parodiado por Mel Brooks en su film, es el de la figura del policía con una mano mecánica encarnado por otro habitual de este blog:el imprescindible Lionel Atwil.

Los decorados de la mansión Frankenstein son muy buenos y originales artísticamente hablando y la historia tiene alguna sorpresa agradable que la saca de la rutina en la que posteriormente caería la saga. A destacar a Lugosi, que nada tiene que ver con el Igor del jovencito Frankenstein o el jorobado de la primera parte interpretado por Dwight Frye. Este Igor es un gran villano que no dudará en manipular a quien sea necesario para lograr sus fines, que incluyen usar al monstruo para vengarse de los miembros del jurado que le condenaron a la horca en los tiempos en que ayudó al Frankenstein original. Su relación con la criatura de dominio y amistad a la vez es inolvidable. Asi como también son de gran mérito las escenas entre Rathbone y Atwill, llenas de la ironía y chispa que solo dos actores británicos tan carismáticos como ellos podían derrochar.

Y por supuesto tenemos la despedida de Karloff del personaje que le lanzó al estrellato inmortal de la historia del cine. Uno de esos papeles históricos a los que cualquier actor le debería muchísimo y que es inexcusable en el caso que nos ocupa. En este caso el monstruo viste un curioso jersey que suaviza en parte su imagen, pero la interpretación aterradora de Boris sigue en su sitio. Especialmente memorable es el final de la película en ese duelo sobre un abismo de lava -cuyo "making off" merecería un post aparte- y en el que la maldad de Karloff realmente llega a poner de los nervios al espectador más pintado, aun hoy en día. Para el querido actor el rodaje fue sin duda uno de los mejor recordados, porque durante el mismo se le preparó una fiesta de cumpleaños sorpresa (cumplió cincuenta y uno) de la que quedan muchos testimonios gráficos que incluiremos en una futura entrada dedicada a imágenes relacionadas con este film. Y además durante el rodaje nació Sara Jane, la retoña de Karloff, que provocó que los ejecutivos de la Universal le regalaran al actor un par de botitas para bebés iguales que las que lucía la criatura. James Whale, además, le envió el siguiente telegrama: "Felicidades, Boris. Por tu tercer monstruo y tu primera hija".

Como él propio Boris comentaba en sus últimos años refiriéndose a la criatura de Frankenstein: “Dios bendiga a ese viejo amigo”.


viernes, 5 de junio de 2009

R.I.P. JANE RANDOLPH (1915-2009)


Sirva estas breves líneas como homenaje a la recientemente fallecida Jane Randolph, estrella de la edad de oro de Hollywood a la que siempre recordaremos como la actriz de caracter que reforzó clásicos de la serie B de horror como "La Mujer Pantera" y "La Venganza de la Mujer Pantera". Tras un inicio de carrera rodando films "noir" -sin duda su magnética y fuerte presencia contribuyó a cimentar esa faceta-, el estudio de Val Lewton la contrató y entró en la historia del terror gracias a su trabajo con Jacques Tournear en la mencionada "Mujer Pantera". Es inolvidable la escena llena de sombras en la que se baña en una piscina y es acechada por la silueta amenazante de una pantera, en uno de los momentos más recordados del clásico de la RKO. Tampoco hay que olvidar su intervención en la insolita secuela de este filme, en la que ella adquiere mayor protagonismo.

Tras algunos otros papeles se retiró del cine, siendo su último rol de importancia en la mítica "Abbot y Costello contra los fantasmas", por lo que siempre será recordada como una de las grandes secundarias de nuestro género favorito. Vivió en nuestro pais durante un tiempo y actualmente pasaba más tiempo en suiza, donde falleció el mes pasado.





lunes, 1 de junio de 2009

REVISTA VINTAGE: "CURSE OF THE WEREWOLF"


Hoy os dejo un regalito. El escaneo de un excelente artículo publicado en los años 70 sobre la magnífica película licántropa de la Hammer,"La Maldición del Hombre Lobo". Corresponde a 1974 y pertenece al número 1 de la revista de corta vida "Movie Monsters". La portada tan Harryhousen podéis admirarla junto a estas líneas. El artículo incluye un interesante artículo-estudio sobre una de las obras capitales de Terence Fisher, junto a unas estupendas fotografías promocionales de alta calidad. En ellas vemos a Oliver Reed maquillado posando con la bella Yvonne Romain, a pesar de que en el film no comparten plano en ningún momento. ¡Disfrutenlas!