Casi a la vez que Roger Corman con sus adaptaciones de Poe (con las que empezaremos en la siguiente entrada) y solo un par de años después de que la Hammer comenzara su ciclo, el terror gótico a la italiana inició sus primeros y gloriosos pasos. Mario Bava fué fotógrafo y técnico en efectos especiales en “I Vampiri” de su amigo Riccardo Freda, que por desavenencias con los productores decidió abandonar la película. Bava le sustituyó, iniciando una gran carrera cinematográfica en la que desarrolló con acierto todo tipo de géneros, especialmente el sobrenatural. Así logró convertirse en otro de los grandes directores del género a la altura de Fisher e incluso de Tourneaur.
Su dirección artística definió el estilo romántico y a la vez violento del terror en tierras europeas. Para mi, “La Máscara del Demonio” (levemente inspirada en el cuento “El Vij” de Gogol), es el punto intermedio perfecto entre la Universal y la Hammer. Tiene el poético uso del blanco y negro de la Universal mezclado con el sadismo y visceralidad de la Hammer, perfectamente reflejados en esa primera escena mítica, en la que la bruja Asa es quemada en la hoguera no sin antes clavársele una máscara de clavos en el rostro, haciendo salpicar su sangre. Escena rodada con gran imaginación y que, por cierto, provocó que la película fuera prohibida en Inglaterra hasta el 68.
La mezcla de sugerencia y atmósfera con la más descarnada violencia y erotismo soterrado es, como decíamos, una de las grandes bazas de este gran clásico. Aunque el argumento no sea nada del otro mundo, el modo en que se cuenta nos deja maravillados por esa simbiosis de morbosa fealdad y hermosura. Las elegantes escenas de la bajada a la cripta donde Asa espera su oportunidad de resucitar, los movimientos de cámara que recorren los decadentes decorados llenos de telarañas, las escenas del sombrío carromato corriendo entre tinieblas a través de la noche, la escena en que la princesa vela el cadáver de su padre… son tantos momentos memorables que tendría que enumerarlos todos.
Hablar de “La Máscara del Demonio” es hablar de Barbara Steele, la actriz inglesa que un día decidió probar suerte en el resto de Europa y se convirtió en la reina indiscutible del terror clásico durante décadas. Sus gestos, su desbordante presencia escénica, su ambigüedad a la hora de encarar los personajes (digna de todo un Vincent Price) que lo mismo le permitía hacer de buena angelical que de bruja viciosa, y sobre todo esos ojos penetrantes, entraron en la leyenda del género con esta y otras grandes interpretaciones que ya comentaremos. Al fin Karloff, Lugosi, Lee, etc… tenían una digna contrapartida femenina, aunque (quizás por razones sexistas o por desarrollar su carrera sobre todo en Italia) nunca alcanzó el nivel de gloria de los iconos masculinos.
Y sin embargo sigue siendo una leyenda de culto admirada por miles de fans de todo el mundo, y a la que dedicaremos muchas líneas en este pequeño rincón.
viernes, 2 de mayo de 2008
LA MÁSCARA DEL DEMONIO (1960) De Mario Bava
Publicado por Igor Von Slaughterstein en 15:27
Etiquetas: Reseñas Fantasmagóricas
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1 “Gooble gobble, one of us!”:
Pues curiosamente, y aunque Barbara Steele le deba todo al terror, no guarda muy buena opinión de todos estos trabajos, siendo para ella más importantes los papeles que realizó para Fellini.
como dice el dicho, de desagradecidos...
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