Como dice el slogan del film que nos ocupa: “La acusación era…¡Brujería!”. Nos encontramos ante uno de los terrores góticos más olvidados de la edad de oro americana de los años 40. Una modesta y a la vez muy efectiva película llena de macabro encanto que aun puede hacer las delicias de los aficionados a la estética oscura del cine de terror clásico, a la vez que proponer una entretenida historia llena de suspense y giros inesperados. “The Woman Who Came Back” –no he encontrado datos sobre su estreno en España, así que si alguien tuviera alguna idea al respecto agradeceríamos la información-, suele formar parte de las listas de favoritos para visionar en Halloween junto a “El Carnaval de las Almas”, con la que tiene algún punto en común. Así pues, y estando ya la noche de difuntos a la vuelta de la esquina, vamos a rescatar este clásico del realizador Walter Colmes. Un artesano que, pesar de que nunca destacó con una larga carrera en la cinematografía, consiguió una estupenda atmósfera para este extraño cuento de hadas sobre posesiones, histeria colectiva y posible brujería.
Y digo posible porque es inevitable comparar la historia y ambiente de “The Woman Who Came Back” con los dramas sobrenaturales de Val Lewton, que por aquellas fechas ya enriquecían las carteleras de los cines de todo el mundo. A pesar de que en el film de Colmes encontramos un desarrollo menos ambiguo y más basado en lo sobrenatural, no cuesta mucho establecer relación entre las peripecias de Lorna Webster, acusada de llevar el estigma de la brujería a modo de legado y las de Irena Dubrovna, protagonista de “La Mujer Pantera” Tourneriana. Lo cierto es que la cinta que nos ocupa se queda a años luz de la coherencia, calidad y poder sugestivo del clásico producido por Lewton, pero como veremos, y a pesar de su condición de film “menor”, no deja de poseer momentos de mucho interés que la redimen de ser simplemente otra “explotation” (por así decir) del éxito del terror clásico años 40. La actriz Nancy Kelly lleva sobre sus hombros el peso de la trama interpretando a Lorna, una mujer que desciende de uno de los jueces más implacables de la época de la persecución de las brujas. Mientras regresa en un autobús a su pueblo natal, una misteriosa anciana sube al vehículo tras surgir de entre las sombras de la noche y dice conocer la estirpe de una sorprendida Lorna. Al más puro estilo de los fantasmas de carretera, la vieja afirma ser Jezabel, una de las brujas que quemó su antepasado, 300 años atrás. De repente el autobús sufre un accidente del que Lorna es la única superviviente. Tras llegar al pueblo confusa, su principal idea será reunirse con su antiguo amor y desechar la traumática experiencia como si hubiera sido un simple delirio. Pero cuando empiezan a suceder extraños sucesos a su alrededor, la muchacha comenzará a preguntarse si es posible que el fantasma de la bruja Jezabel la haya poseído. Y cuando la población comience a sospechar de ello, el pánico comenzará a extenderse…
A destacar de este, por lo demás, correctísimo film en todos sus aspectos, una fotografía en blanco y negro que a veces logra captar el toque ensoñador que la enigmática historia requiere. Tenemos una casa llena de sombras cuyos ruidos nocturnos acechan el ánimo perturbado de la protagonista, un set de claroscuros que mantienen al espectador tan hechizado como a los aldeanos protagonistas y algunos efectos traslúcidos que crean una lograda atmósfera onírica. Inquietantes escenas como aquellas en las que Lorna es perseguida por un perro que se dice embrujado por la bruja o el plano en el que vemos a los niños jugando con sus máscaras de Halloween tras una danzante hoguera nos mantienen en guardia durante una trama que no aburre en ningún momento. Los aspectos negativos de la historia tienen que ver con ciertos toques incongruentes de la trama, especialmente lo rebuscado de su final –que intenta dejar un buen sabor de boca a costa de sacrificar la coherencia narrativa-. Pero como decimos, hay muchas más ideas buenas que malas. Especialmente notables son los apuntes sobre la histeria provocada por la presencia de la muchacha en el pueblo. Demostrándose una vez más que no hay nada más peligroso que una masa de gente que actúa sin pensar. ¡Ni siquiera las brujas de más de 300 años de edad! Y por supuesto en la protagonista tenemos el juego de ambigüedad necesarios en toda historia como la que nos ocupa, con una Lorna que poco a poco no sabrá discernir lo real de lo imaginado (esas alucinaciones que se le aparecen, esa siniestra muñeca, esas caras en los espejos), o si realmente esta siendo usada por la bruja para sus maléficos fines o simplemente esta volviéndose loca. Así pues tenemos una estupenda comparación entre el conato de histeria de Lorna –al más puro estilo “Otra Vuelta de Tuerca”- y la muy real histeria colectiva que su retorno provoca en la, en teoría, pacífica aldea y sus habitantes.
Como curiosidad para nosotros, gourmets del horror clásico, la terrorífica anciana que se sube al autobús y afirma ser la bruja centenaria no es otra que Elspeth Dudgeon, que interpretaba a una venerable gitana en “La Novia de Frankenstein”. Y en el papel del Reverendo, tenemos al carismático Otto Kruger, que ejerció como psiquiatra en “La Hija de Drácula”. En cuanto a la protagonista, Nancy Nelly, abandonó el cine tras “The Woman Who Came Back” y se dedicó al teatro, ganando un prestigioso premio Tony por su papel en “The Bad Seed”. Nancy volvió a la pantalla grande para la versión cinematográfica de dicha obra (en 1956), siendo esta su verdadera última gran interpretación en cine –que consiguió incluso una nominación al oscar-.
jueves, 23 de octubre de 2008
THE WOMAN WHO CAME BACK (1945) De Walter Colmes
Publicado por Igor Von Slaughterstein en 1:59
Etiquetas: Reseñas Fantasmagóricas
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8 “Gooble gobble, one of us!”:
No conocía esta película y la verdad es que el director tampoco me suena.Interesantes descubrimiento, pues.
Es cierto que la temática de la brujería en el sentido en el que lo enfoca esta cinta parece haberse perdido en el tiempo.
Saludos ;)
Desconocida su existencia, y tiene una pinta excelente.
Gracias Igor por descubrirla.
Otro mas que no sabia la existencia de tan suculento film, que bien pinta.
vuelvo a insistir desde que descubri este blog,a crecido de nuevo ese amor hacia estas pelis que tanto me gustan, muchas gracias por el trabajo
¡Vivaaaaaaaaa! ¡Por fin se habla del cine clásico ignoto! Esto es lo que hace falta; independientemente de que esta Mujer que regresó a mí personalmente me parece sobrevalorada. Puede comparársele, pero desde luego no es Lewton...
Pues me uno a los que vivían en la igorancia sobre este film, Igor dándonos buenas ideas como siempre.
Me haré con ella, supongo que igualar (superar es impensable) el tandem Lewton-Tourneur estará difícil pero, si se le acerca, merece la pena un visionado.
Salu2
En mi vida escuche sobre este film. Vamos a ver si lo encuentro. Un abrazo grande amigo y gracias por dejar tu opinion sobre mi corto Fragmentos.
Ariel.
Estimado Igor, a esta no la tenia; otra pelicula mas en la que el espectador sale ganando, un saludo.
Nunca habia oido hablar de esta pelicula, pero tiene una pinta fenomenal.
Hoy mismo he descubierto este Blog y me parece una maravilla. Felicitaciones para los que lo hacen posible
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