La arqueología cinematográfica nunca dejará de sorprendernos, sin duda. Hasta dos biografías de Poe encontramos en el periodo silente, una de ellas de larga duración -a la que nos referiremos en una próxima entrada- y la otra de una época tan temprana como ¡1909! Y dirigida por el maestro Griffith, además. De hecho Griffith dirigió poco después "La Conciencia Vengadora", primera gran película en adaptar la obra del genio americano. Aunque en el cine mudo también tenemos adaptaciones de la obra del maestro como “El Escarabajo de Oro”(1910) en Francia o “Los Crímenes de la Calle Morgue”(1914) en América.
Pero podemos decir que "Le Chute de la Maison Usher" es la primera gran versión, en ambiciones y resultados, del que quizás sea el más famoso cuento de Poe. Resulta curioso descubrir en los albores del cine y en una cinematografía tan poco dada al tema como la francesa, una adaptación a la vez fiel y rupturista de la “La Caida de la Casa Usher” llena de simbolismo, magia y poesía visual. Un clásico silente que ha pasado de la categoría de oscura rareza a tener cada vez más adeptos entre los aficionados a Poe y al cine en general; y el cual es por supuesto es uno de los puntos de búsqueda comunes para los exploradores del horror fílmico, a pesar de que el realizador Jean Epstein nos ofrece una historia más emparentada con la alegoría dramática –y filosófica- que con el terror en sí mismo.
El estrambótico realizador que nos ocupa –todo un bohemio de primeros del siglo XX-, tras una serie de innovadores documentales y experimentos con la cámara, decidió llevar a la pantalla esta personalísima visión de “…La Casa Usher” contando con un presupuesto limitado, pero al que se le saca un partido realmente estupendo. Los decorados enormes, ominosos y siniestros de la mansión, provocan en el espectador un escalofrío existencialista y dibujan un tapiz más allá de la cordura que resulta lleno de intranquilidad y muy acorde con el espíritu del relato. Los modernos experimentos con el cine que el gran compatriota de Epstein, Abel Gance, había comenzado a explotar en pantalla grande –vertiginosos virados, superposición de imágenes…-, fueron una inspiración para la obra de Epstein, el cual mezcló estas nuevas técnicas cinematográficas con su primera y mayor influencia, el expresionismo alemán. Por ello tenemos una casa Usher oscura pero a la vez luminosa, llena de claroscuros pero también de pequeñas iluminaciones que dejan claro la pequeñez de los personajes y lo enorme de sus pasiones. En un entorno de naturaleza salvaje que, al más puro estilo romántico, refleja lo que ocurre en el interior de los personajes en un tono surrealista que sin duda fue aportado por el habitual ayudante de cámara de Epstein: un tal Luis Buñuel. El futuro gran director deja aquí su impronta en ciertos detalles oníricos del guión y sobre todo en algunas soluciones visuales llenas de impacto como la superposición de velas de candelabro sobre la imagen del entierro de Madeleine. Sin embargo, parece ser que algunas desavenencias entre ambos hicieron que Buñuel abandonara el barco cuando el rodaje aun no había concluido.
Los actores están todos espléndidos, empezando por un soberbio Jean Deboucourt llevando el peso de la trama en el papel de Roderick Usher en una interpretación muy moderna. Alejada de los histrionismos que a veces encontramos en el cine mudo y centrada en un rostro que deja traslucir la angustia del personaje a la perfección. En cuanto a la pobre Madeleine Usher, aquí es interpretada por Margeurite Gance, esposa del gran realizador Abel Gance, antes mencionado, y sus apariciones lánguidas o terroríficas –según el segmento-, son algunos de los momentos más inolvidables de la película.
En cuanto a dicho guión, nos encontramos ante un antecedente de las adaptaciones ”Poeianas” de Corman, en el sentido de que Epstein mezcla varias historias del escritor americano para alargar el film –que pese a ello no dura mucho más de una hora-. A pesar de que la espina dorsal es, en efecto, la historia de Roderick Usher (en mi opinión uno de los relatos más adaptables de Poe), tenemos también elementos de la genial “Ligeia” y, sobre todo, de “El Retrato Ovalado”. En ese relato teníamos a un pintor que pintaba a su dama de una forma tan vívida, capturando de tal forma su esencia en el retrato, que la chica acababa muriendo. Es la excusa que usa Epstein para la enfermedad y aparente muerte de Madeleine -que por cierto, aquí es la mujer de Roderick y no su hermana, esquivando el subtexto incestuoso-, de paso analizando la pintura como algo que representa la vida y a la vez la fagocita a mayor gloria del arte. ¿Una auto-reflexión sobre el naciente cinematógrafo? La dirección artística del film es también de mucho mérito. Esas hojas caidas que se arrastran por la mansión, junto a esos “travellings” que recorren los retratos de los vetustos miembros de la estirpe Usher y detalles geniales como la presencia “viva” de Madeleine en el retrato no hacen sino acercar al film más al movimiento “avant-garde” antes que al terror. Pero los fanáticos de lo macabro también tenemos mucho que disfrutar, con los planos del funeral, la siniestra oscuridad en los recovecos de la mansión Usher y, por supuesto, el momento álgido de la aparición de la muerta enterrada en vida. A pesar de que un inesperado final feliz traiciona un poco el espíritu de la obra de Poe y de la adaptación de Epstein misma.
domingo, 25 de enero de 2009
LE CHUTE DE LA MAISON USHER (1928) De Jean Epstein
Publicado por Igor Von Slaughterstein en 3:35
Etiquetas: Reseñas Fantasmagóricas
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9 “Gooble gobble, one of us!”:
El terror mudo ya se me resiste un poco.
De House of Usher tan sólo conocía la versión de Corman.
Saludos ;)
Genial artìculo Igor¡¡ Menuda investigaciòn¡¡ Y es que hay tanto por descubrir todavia..
Ya estoy esperando el siguiente¡¡
Un saludo¡¡
Joya olvidada y algo díficil de conseguir. Aunque prefiero la versión de Corman (aunque creo que hasta cierto punto no son muy comparables), es una cinta con un estupendo apartado visual.
Gran reseña,
Saludos!
Eres un crack.
Otra joya oculta, estupendo post Igor
Inquietantes las fotos, muy interesante tu artículo.
Buenas, buenas, Sr. Igor, realmente un buen trabajo; me anoto esta para tratar de conseguirla, un saludo.
Me parece que alguna vez la pusieron por Canal Retro para sudamerica. Pero al final solo he visto la versión de Roger Corman. Voy a procuramela, ya veremos. Magnifico articulo, impresionante sus conocimientos sobre Poe, felicitaciones.
Buenas, Igor.
Llevaba bastante tiempo intentando darle un buen repaso a tu blog, que me llamó mucho la atención, pero con tanto estudiar y trabajar aun no había podido ponerme ante él y leerlo. Ahora que he podido, te felicito porque es una gozada leerlo, y porque da uno con películas que desconocía, pero que le hacen a uno la boca agua. Ya me he lanzado en busca de algunas recomendaciones tuyas.
Esta de Epstein, la había visto ya un par de veces (no veas si me costó dar con unos subtítulos decentes), pero desconocía algunos datos que ofreces tu, como el del amigo Buñuel. Realmente, entre el primigenio cine de terror, es de mis favoritas. Sus decorados dejan boquiabierto, y tiene imágenes realmente sobrecogedoras, pese a la belleza general de todo el conjunto: es como si realmente se hubiesen filmado los disturbios fantasmales de alguna casa encantada real.
Que me está gustando mucho tu blog.
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