Nos situamos a mediados de los años sesenta. La Hammer ya ha apuntalado su dominio absoluto como nueva productora adalid del terror en cine, y casi todos los grandes mitos del fantástico que popularizó la Universal ya han pasado por sus manos. Una nueva moda de científicos locos y vampiros que, esta vez, venían envueltos por una visceralidad y violencia poco habituales para la época, pero añadiendo además el pulso romántico y trágico que tuvo en Terence Fisher a uno de sus mejores practicantes. Revitalizadas de nuevo las franquicias de “Drácula” y “Frankenstein” (además de excelentes incursiones únicas en los mitos del hombre lobo y la momia), el estudio decidió crear algo nuevo con una serie de historias que aun hoy en día resultan originales y emocionantes. La idea básica fue insertar monstruosas amenazas de otras latitudes y géneros, en la Inglaterra de finales del siglo XIX y primeros del XX, esa época llena de hipocresía y represión que la Hammer había reflejado tan deliciosamente en sus anteriores films. Podemos decir que uno de los principales artífices de este nuevo tipo de “monstruos” fue el realizador John Gilling, que aquí dejó impronta en el guión y dirigió aparte “La Plaga de los Zombies” y “El Reptil”, en lo que algunos califican de “trilogía” junto a “La Leyenda de Vandorf”. Sin embargo hay múltiples diferencias entre la aproximación de Fisher a este mito extranjero y la de Gilling. Sobre todo diferencias de tono y lenguaje cinematográfico, que iremos viendo a lo largo de este artículo. Y en cuanto al reparto, esta es otra de esas felices ocasiones en las que Peter Cushing y Christopher Lee se reúnen en pantalla.
Así pues, el guión de Gilling comienza al más puro estilo “Psicosis” con un personaje, el profesor Jules Heitz que creemos va a ser el protagonista, pues viaja al condado de Vandorf buscando aclarar el ajusticiamiento de su hijo, pero que acaba siendo víctima de “La Gorgona” a los pocos minutos de metraje. Esa es la razón de que su otro hijo, Paul (interpretado por un soso Richard Pasco) viaje a su vez a dicho pueblo para investigar el asunto, y allí experimente el mismo rechazo que sufrió su padre a manos de los lugareños, que no desean remover el misterio de ese ser mitológico que parece hechizar una de las mansiones en ruinas de la comarca. Allí trabará amistad con el Dr. Namaroff (un enigmático Cushing) y, sobre todo, con su asistente, Carla, interpretada por la estupendísima –en todos los aspectos- Barbara Shelley. Una especie de triángulo amoroso entre estos tres personajes tendrá lugar mientras no paran de aparecer cadáveres convertidos en piedra y la investigación de los mismos es supervisada desde su despacho en Leipzig por el tutor de Paul, el profesor Meister –un divertido Christopher Lee-. Además de en los habituales manierismos estéticos de Fisher, su impronta melancólica se deja notar en esa sutil relación romántica entre los protagonistas principales, llena de tristeza y silencioso sufrimiento. Uno de los principales motores de una trama que nos presenta un misterio quizás fácilmente adivinable, pero que no por ello deja de ser disfrutado en sus recovecos y hallazgos estéticos. Y por supuesto encontramos también muchas de las constantes de los films Hammer, como esa eterna batalla entre razón y superstición; o esa amenaza de extraña naturaleza –y de distinta geografía en este caso- que turba la plácida y convencional existencia de una sociedad conservadora. No importa que no quede muy claro que hace esa encarnación de una mítica Gorgona en una población alemana, sino su valor amenazante y simbólico. La fotografía y la música son, como es habitual, soberbias.
Las interpretaciones son soberbias, especialmente las de Cushing y Shelley –ambos muy sutiles y dejando ver entre líneas mucho más de lo que sus diálogos reflejan-, que le dan un toque oscuro al extraño romance a tres que nos presentan. Hay quien ha criticado la aparentemente sosa interpretación de Cushing, pero él puso las cosas en su sitio declarando que su Namaroff era un hombre “reservado y cerebral; tímido, bastante alicaído y sin mucho de que hablar”. Lee, en cambio, despliega todo su carisma interpretando al “Van Helsing” de turno y suyos son algunos de los momentos más divertidos de la cinta. La inversión de papeles en este film –no olvidemos que Cushing solía ser el héroe y Lee el villano-, deja nueva constancia de la versatilidad de ambos actores. Una anécdota sobre el rodaje se refiere a la afición de los dos divos y de la señorita Shelley por la ópera, lo que les llevó a salpicar la filmación con momentos en los que se ponían a cantar a viva voz, y tanto ruido formaron que hubo quien le pidió a Fisher que les mandara callar.
En cuanto a la atmósfera creada por Fisher es tan envolvente y colorista como cabría esperar, si bien en este caso su juego de cámaras es más sutil de lo acostumbrado. Como apunta Juan Manuel Corral es posible que ante la cochambrez del monstruo (una figuranta de nombre Prudente Hyman repintada con toques verdosos y ojos estrambóticos), Fisher prefiriera ocultar a la criatura de la mirada del espectador en buena parte de sus apariciones. Lo cierto es que gracias a eso disfrutamos de algunos inquietantes planos de la Gorgona acechando a escondidas o fundiéndose con la sombras de una forma que hace que, cuando al fin aparece, su presencia sea aun más terrorífica. De gran mérito es la escena en la que el protagonista se mira en el reflejo de una fuente en el exterior de su casa y la amenazadora silueta del monstruo se ve relejada en el agua. Un perfecto ejemplo de una planificación excelente para infundir el miedo en el espectador sin necesidad de efectismos ni sangre. Aunque el mayor grado de emoción se da en los minutos finales que, como suele ocurrir en todo el cine de Fisher, son inesperados, rápidos y muy viscerales. Tenemos un duelo con sables que por lo visto fue coreografiada por el propio Peter Cushing, en la línea de aquella ocasión en que él mismo aportó ideas para la pelea final del primer “Drácula” hammeriano. Y ya para culminar la sinfonía gótica de horrores, una apabullante entrada de la Gorgona que hará culminar la sinfonía de romance, goticismo y muerte a la que hemos asistido. Majestuosa y brillante, como siempre que concurren los talentos citados.
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¡Y otro premio amigos! El imprescindible blog del señor Pons me ha otorgado el premio amigable en el que es ya el tercero de estos reconocimientos que brindan a mi humilde blog. Aqui solo aspiramos a entretener, hablando de un tema que nos fascina a muchos y esos premios son la prueba de que hay gente que aprecia este rinconcito. Así que muchas gracias de nuevo y seguiremos al pie del cañón. En cuanto a lo que tengo que contestar:
-Contar 3 cosas que nunca hayas hecho pero te gustaría hacer.
1) Visitar Rumania
2) Disfrazarme de Sherlock Holmes
3) Hacerme una foto con Michael Caine
-Contar 3 cosas que nunca hayas hecho y que JAMÁS harías.
1) Escuchar la discografía de "La Oreja de Van Gogh"
2) Dejar de ver "Perdidos" (y mira que lo pone dificil la maldita serie XD)
3) Dejar de tener cosas pendientes.
Ahora debería premiar a otros tres blogs pero son tantos buenos que necesitaría tiempo, así que me lo pienso.
jueves, 5 de marzo de 2009
LA LEYENDA DE VANDORF [The Gorgon] (1964) De Terence Fisher
Publicado por Igor Von Slaughterstein en 13:08
Etiquetas: Reseñas Fantasmagóricas
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11 “Gooble gobble, one of us!”:
posiblemente mi pelicula favorita de fisher, cushing se sale por todas partes, gran articulo, muy profesional, podrías hacer un libro con este blog ;)
Uno de los mejores títulos no sólo de Fisher sino de toda la Hammer... Don Terencio es un maestro de la sombra y el colorín, y en esta lo demuestra con creces...Y no deje usted de ver Perdidos, que no sabe cómo se están poniendo las cosas en la isla en esta cuarta temporada...
- Muy buena resena, esta tampoco la he visto pero le llevo ganas....en cuanto a Lost digo lo mismo, no deje de verla, esta quinta temporada esta genial...
saludos
Esta no la conocía y me la apunto por su director y porque me parece mucho más accesible a mis gustos.
Saludos ;)
Hace cosa de un año me hice con una original de esta joyita...Uno de los mejores films de la Hammer sin duda alguna
Los dientes empiezan a crecerme al leer la entrada y las críticas. Un esfuerzo que se verá recompensado.Te felicito por el reconocimiento.Saludos
Una de mis películas favoritas de Fisher, con una atmósfera realmente absorvente.
Como siepre gran reseña. No sé si tienes este premio ya: http://madhouse-casadelocos.blogspot.com/2009/03/premio-simbelmyne-casa-de-locos.html
Por si acaso he decidido otorgártelo ya que no compromete a nada.
Un saludo!
Una de las cintas que más lamento no haber visto aún. Como fan de la Hammer es casi un crimen.
Saludos y felicitaciones por tu premio!
Otra de las cintas que tengo en el rincón de las pendientes! La verdad que el guión me atrae bastante y el hecho de que en muchas situaciones se sugiera mas de lo que se muestra es algo que siempre me ha llamado la atención. Si esto se maneja bien, casi siempre la tensión funciona y muy bien.
Excelente reseña y felicitaciones por el premio.
Saludos!
Buenas, buenas, otra gran pelicula,saludos.
Te mereces el premio por todos los grandes filmes que nos descubres.
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